Nosotros tomamos un barco de Fred Olsen en el puerto de Los Cristianos (realmente empezó en Santa Cruz con el ferry bus de la misma compañía). El viaje de ida vuelta nos ha salido por 50€ aprox. por ser residentes. A eso de las 9.30 de la mañana del sábado atracábamos en el puerto de San Sebastian de la Gomera, pero los de Fred Olsen están tan bien organizados que ni avisan, y en escasos minutos zarpamos sin nosotros desembarcar… Sí, sí, como leen señores. ¿Empanados o a bordo de una mierda de compañía? El trayecto inesperado nos lleva hasta Valle Gran Rey, una población al suroeste de la isla. Pasamos allí la mañana del sábado. Del puerto de las Vueltas paseamos hasta la Playa, comimos allí y regresamos al puerto para tomar el barco de vuelta a San Sebastian a las 4. Es mejor el trayecto en barco que en bus, mucho más rápido y de precio similar. Valle Gran Rey es bonito, aunque muy turístico. Debe su nombre por ser donde vivió uno de los últimos grandes reyes guanches, al cual le tienen erigida una estatua: Hauatacuperche.
Ya en San Sebastian, nuestra intención era caminar hasta la playa de la Guancha (como a una hora por la costa, dirección Playa Santiago), para acampar y pasar la noche. Pero a riesgo de quedarnos sin luz, abortamos el plan y decidimos pasar la noche allí mismo. Nos hemos alojado en el Hotel Torre del Conde (por unos 60€ aprox.), que debe su nombre a la torre que aun recuerda a Fernan Peraza, Conde de la isla en el siglo XV.
Para mí, visitar San Sebastian era importante, ya no por ser paso obligado de llegada a la isla, sino porque es un puerto histórico. En sus aguas fondeó Cristóbal Colón en 1492 antes de partir a lo desconocido, así como en sucesivos viajes a América. Además, otros grandes lo usaron como puerto para aprovisionarse ante largas travesías: Hernan Cortés, Francisco de Pizarro o Vasco Núñez de Balboa…
Nosotros cenamos en su playa de callaos, hasta que se hizo de noche y nos fuimos a dormir, pues estábamos agotados.
El domingo, al despertar, corriendo de las oficinas de turismo a la estación de guaguas, (informarse aquí es de locos) para al fin tomar la línea 1 (dirección Valle Gran Rey) hasta bajarnos en Pajarito, donde comienza nuestra caminata. Debían ser las 12, cuando partimos del Alto del Contadero, a través de un sendero que nos llevará de sur a norte a través del parque nacional de Garajonay, la región que todos llaman Bosque del Cedro: precioso.
Es un bosque de laurisivilva mágico. El sendero nos lleva descendiendo hasta la ermita de Nuestra Señora de Lourdes, cruzando el arroyo del cedro varias veces, entre árboles y rocas cubiertas de musgos verdosos. Los árboles retorcidos nacen por todas partes, estás en pleno bosque virgen. En la Era Tercaria, estos bosques cubrían la cuenca del Mediterráneo, hoy ya sólo existen aquí. Es un lugar que me cuesta describir… Increíble.
Tras un descanso en la ermita, llegamos ya tarde al Caserío del Cedro. Allí, en el camping-restaurante de las Vistas pasamos la noche. Es un sitio extremadamente barato, no sé si por ser un lugar recóndito (lo que le hace además muy agradable) o por la escasa amabilidad de los que allí trabajan… Literalmente nos echaron del restaurante por llegar tarde a cenar (eran las 9 de la noche).
Antes de eso nos aventuramos a descender el barranco del Cedro, para ver el salto de agua que tanto anuncian. Ahora que estoy en casa, de vuelta, me alegro de haberlo hecho, pero en aquel momento, no se lo hubiera recomendado a nadie, ni loco. La bajada consiste en una escalera pedregosa y empinada, a lo largo de todo un acantilado, muy bonito a la vista continua del salto de agua, pero realmente fatigosa. Y la subida de vuelta… No quiero contaros. La cascada al final, en el Embalse de los Tiles, no es para tanto.
Hasta entonces disfrutamos dos días soleados, perfectos. Para entonces, una niebla remontó el valle y cubrió los cielos un tiempo, hasta que por la noche asomaron las estrellas y la luna creciente. Al día siguiente una nube baja nos acompañó todo el día.
Partimos a eso de las 9.30, tras un café de la borde camarera del camping, tomando el Camino de San Juan: una marcha muy recomendable, aunque muy dura.
Comienza el sendero en el mismo camping, subiendo, internándose en el bosque de laurisilva de nuevo. Al dejar el bosque, se debe tomar un camino de tierra para vehículos que sigue la cima de la montaña, hasta desviarse de nuevo en el sendero. Ahí comienza la dura bajada, con vistas continuas al valle de Hermigua. La bajada es realmente bonita, entre montañas, con la playa al fondo, y la ermita y el pueblo de Hermigua justo debajo. Es una pena la parte en que se atraviesa un monte quemado, en el verano, creemos, de 2007, y que ya da señales de irse recuperando. Allá donde hubo muerte, ya crece el verde de la vida.
El sendero lleva, a duras penas, en una continua pendiente, a la ermita de San Juan, muy austera, aunque preciosa por su situación, en lo alto de una loma baja, sobre el valle…
Ya en Hermigua, tras un descanso obligado (se nos escapó la guagua!!), regresamos a San Sebastian, donde comemos y tomamos el ferry de vuelta…
Estamos realmente agotados, muertos, reventados, pero sin duda alguna, ha valido la pena. La Gomera es mágica.
En unos días subiré más fotos para acompañar este relato del viaje. De momento os pongo algunas representativas aquí:
San Sebastián de La Gomera
Tenerife desde el Parque Natural de Garajonay
Bosque de El Cedro (Garajonay)
Salto de Agua de El cedro
Ermita de San Juan (Hermigua)
3 comentarios:
Y si quieres me puedes dar más envidia, cabron!!!
menos mal que en breve te podré ver para darte una colleja... y un abrazo!!
cuidate!
Fdo.
Laurus azorica...
Ha estado muy bien...menudos paisajes, mejores que los de los cuentos!!.
Me lo he pasado pipa... Eso si, unas agujetas hasta las pestañas!
Camino como C3PO!!! :DDDD jajajaja
1 besito a los dos waperas mallorquines!!!
Mira con que noticia-curiosidad me he encontrado hoy :)
http://matiascallone.blogspot.com/2009/04/el-arbol-que-se-paso-de-grande.html
Te va a gustar...
Ly :))))
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