10 de enero de 2009

Duendes de Epoxi

¿Has escuchado alguna vez ruidos que no comprendes de dónde vienen? ¿Te has planteado qué son esos golpes en las tuberías, o por qué de repente el grifo de la cocina suelta un chorro de agua cuando está cerrado? ¿Sabes de dónde le viene la inspiración a un artista? ¿O cómo es posible que surja el milagro de la concepción de un niño? ¿Por qué vuelan los pájaros? ¿Cómo alcanzan la magia los hechiceros?



La respuesta está en unas peculiares criaturas: Los Duendes de Epoxi.
Estos seres habitan generalmente el subsuelo, y adoptan muy diversas formas. Algunos no miden más de unos centímetros, y otros llegan a alcanzar medio metro de altura.
Ocurre que cuando estos duendes se encuentran cerca, suceden cosas extrañas, a veces inexplicables, y otras tan efímeras que ni te planteas si uno puede estar rondando: esos ataques de risa que tiene la gente sin entender, o el sonido de pasos en habitaciones vacías, pueden ser signos de que un Duende de Epoxi anda cerca, merodeando.

Estos duendes nacen con una misión única en la vida. Unos pueden ser duendes creadores, por ejemplo, y su función es inspirar a los artistas. Otros pueden ser duendes soñadores, y gracias a ellos alguien que duerme puede tener un sueño precioso. Es posible que se trate de duendes familiares, gracias a los cuales los hechiceros obtienen y utilizan su magia. Algunos son duendes amantes, y logran que las dos almas más dispares encuentren el amor entre sí. Y algunos, hasta son capaces que de la unión de dos cuerpos, se conciba una nueva vida...

Cada vez que un Duende de Epoxi cumple su misión correctamente, muere, y al instante, renace en la forma de otro duende, con la misma o diferente misión.
Pero a veces ocurre que estos duendes no logran su misión, o la logran mal, con malos resultados... Lo cual resulta catastrófico, y entonces no mueren del todo, sino que quedan convertidos en muñecos para siempre.

Por esta razón, y porque los Duendes de Epoxi sirven de alimento a algunas criaturas horrorosas que los encuentran deliciosos, como para los Orcgluds (para quienes son exquisitos manjares), cada vez quedan menos. Habiendo sido creados con el Mundo, la población de Duendes de Epoxi se va reduciendo inevitablemente, y poco a poco su magia y sus misterios terminarán por desaparecer, como hace el horror con todas las cosas buenas...




Estas criaturas aparecerán por primera vez en el Cuento de Lyda de Lis. Son una idea que tuve en la Ciudad de Buenos Aires, y que fui madurando durante el viaje que llevamos a cabo por esa ciudad, y por Santiago de Chile este diciembre de 2008. Las fotos de esta entrada fueron tomadas en el puesto de "Sebah", un vendedor ambulante de Duendes de Epoxi, muñecos hechos con resina de epoxi y otros materiales, en la calle Florida, Buenos Aires.
Espero pronto hablaros más sobre ellos.
Un saludo!

5 comentarios:

Lydia dijo...

Que bonito :)

Que bonita y arriesgada misión la de estos duendes.

Que ganas de leer más.

Un besazo de gorrion, cojo (jajaja)

:)

Orion dijo...

Muy bueno, cuando empezaste a enumerar las misiones de los duendes pensé que habría alguno malo o travieso como en las películas xD
Pero para los Orcgluds todo lo que cazan es un manjar ¿no?
Saludos!!!

Darka Treake dijo...

Hola Orion!!
Los duendes no son ni buenos ni malos, todo depende de los resultados de sus misiones.
Si la misión de uno es proporcionarle magia a un hechicero, todo depende del hechicero. Ahora, generalmente ellos quieren hacer el bien, por el riesgo de convertise en un muñeco para siempre...

Lyda de Lis, me alegro de que te gustara la idea...
Sebah te caerá bien, aunque está un poco loco...
Guapa!

Un abrazo a cada uno,
Darka.

materials dijo...

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ArteinterrogantE dijo...

La historia es preciosa y los duendes del vendedor una pasada. Un saludo.

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