Las dos brujas iban caminando por el bosque más frondoso del continente. Era una selva en que la llovizna era constante, insanciable, y que a penas dejaba ver el sol, pero que alguna vez era posible encontrar ambos fonómenos entrelazados. Aquella mañana, Lyda y Gudrun, estaban a punto de presenciar uno de esos fenómenos. Movidas por diferentes motivaciones, caminaban juntas hacia un destino tan común como remotamente alejado. Lo que iban a hacer era algo que ninguna deseaba, y que ambas ansiaban terminar, y olvidar.
El bosque, aquella mañana, regaló a las brujas uno de esos momentos que pocos pueden apreciar. Uno de esos en que has de encontrarte en el momento preciso en el lugar preciso, o te lo pierdes. Es posible que el bosque fuera consciente de su presencia entonces, y por ello les otorgara con aquella visión espectacular. Entre las nubes bajas y su llovizna surgió un rayo de sol, suficiente para evocar todo un haz de luz multiculor... El arcoiris que apareció frente a ellas, colina abajo, fue impresionante. Era un semicírculo perfecto, y ambas se maravillaron, aunque por unos minutos no dejaron de caminar, ni hablaron, hasta que Gudrun, la bruja orcglud, rompió el silencio.
- ¿Conoces, Lyda, el secreto del arcoiris?
Ella miró a la bruja deforme. Era tan horrenda que sin dudar, devolvió la mirada al arcoiris, una visión que contratstaba agradablemente con el rostro negro de la bruja.
- He oido que en su base habita un duende,- Lyda calló un segundo, al acordarse de Sebah, y para evitar apenarse, continuó hablando.- y que aquel que consigue llegar hasta allí, puede hacerse con su tesoro.
La bruja orcglud comenzó a reir, primero escupiendo y después estornudando, como si se ahogara.- ¿Y lo guarda en un caldero?- Siguió riendo, hasta que no pudo más.- No, Lyda. El secreto del arcoiris es que es un arco de entrada...- La bruja pelirroja se quedó perpleja, sin comprender.- Aquel que logra atravesar el arco de entrada, ese semicírculo que desaparecerá en unos minutos, a medida que nos acercamos, puede viajar en el espacio. Cada vez que ves un arcoiris frente a ti, es porque hay otros seis arcoiris en otros lugares del Mundo. Siempre se abren siete puertas, y aquel que atraviesa una, y pocos los han logrado, sale por cualquiera de las otras seis puertas multiculores...
Lyda no podía dejar de mirar el haz de luz semicircular. Era tan bello...
- Ese es el verdadero secreto del arcoiris, Lyda de Lis.
El bosque, aquella mañana, regaló a las brujas uno de esos momentos que pocos pueden apreciar. Uno de esos en que has de encontrarte en el momento preciso en el lugar preciso, o te lo pierdes. Es posible que el bosque fuera consciente de su presencia entonces, y por ello les otorgara con aquella visión espectacular. Entre las nubes bajas y su llovizna surgió un rayo de sol, suficiente para evocar todo un haz de luz multiculor... El arcoiris que apareció frente a ellas, colina abajo, fue impresionante. Era un semicírculo perfecto, y ambas se maravillaron, aunque por unos minutos no dejaron de caminar, ni hablaron, hasta que Gudrun, la bruja orcglud, rompió el silencio.
- ¿Conoces, Lyda, el secreto del arcoiris?
Ella miró a la bruja deforme. Era tan horrenda que sin dudar, devolvió la mirada al arcoiris, una visión que contratstaba agradablemente con el rostro negro de la bruja.
- He oido que en su base habita un duende,- Lyda calló un segundo, al acordarse de Sebah, y para evitar apenarse, continuó hablando.- y que aquel que consigue llegar hasta allí, puede hacerse con su tesoro.
La bruja orcglud comenzó a reir, primero escupiendo y después estornudando, como si se ahogara.- ¿Y lo guarda en un caldero?- Siguió riendo, hasta que no pudo más.- No, Lyda. El secreto del arcoiris es que es un arco de entrada...- La bruja pelirroja se quedó perpleja, sin comprender.- Aquel que logra atravesar el arco de entrada, ese semicírculo que desaparecerá en unos minutos, a medida que nos acercamos, puede viajar en el espacio. Cada vez que ves un arcoiris frente a ti, es porque hay otros seis arcoiris en otros lugares del Mundo. Siempre se abren siete puertas, y aquel que atraviesa una, y pocos los han logrado, sale por cualquiera de las otras seis puertas multiculores...
Lyda no podía dejar de mirar el haz de luz semicircular. Era tan bello...
- Ese es el verdadero secreto del arcoiris, Lyda de Lis.
2 comentarios:
Una idea preciosa... Pero hablamos de Espacio sólo? MMnnnnn, igualmente interesante...
La verdad es que de pensarlo, dan ganas de pasar por un Arco de Entrada de estos :)) A ver si me lleva a las hermosas Highlands !!
Que bonito :)) me ha gustado mucho.
Una historia muy original, me ha gustado mucho. Yo también pasaría por uno de esos!!!jeje
Salu2!
Cris
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