Una saeta blanca se clavó en la madera de la puerta, donde dos elfos estaban apostados. La flecha vino del sureste, y cruzó la ciudad de Utha tan rápido, que ni un solo pridonio pudo verlo. Uno de los elfos la arrancó de la madera, y ambos abrieron la puerta, entrando al puesto avanzado de guardia, sobre las murallas del Palacio de Oro. Dentro estaba Athal, equipado con su armadura completa, salvo el yelmo, ante una mesa, y a su alrededor, otros elfos que se reunían con el Señor de la Marca. Frente a ellos había un plano de la ciudad desplegado, sujeto por dos espadas sobre la mesa a cada lado, pues antes estuvo enrollado. Había alfileres con pendones clavados sobre la mesa, indicando puntos sobre el mapa. Había varios pendones azules: en el Fuerte del Rey Nemo, al soroeste; además de en el Fuerte de Mistral, el más al norte sobre el río; había otro en el Templo a Aënor, Dios del Gran Océano, en la Ciudadela Occidental; otro en la Torre de Hechicería; y en el Palacio de Oro, que había uno mayor, indicando su posición. Todo lo demás, eran alfileres amarillos, indicando las posiciones enemigas. La ciudad de Utha había estado durante asedio los últimos meses, y los hombres, que habían cruzado el Ethir Luada, habían logrado penetrar en la Ciudadela Occidental, que estaba peor defendida. Estuvo bajo su control durante las semanas anteriores, salvo el Templo, que lo mantuvieron bajo su poder los elfos, apoyados desde las murallas sobre el río. Pero varios días atrás, los pridonios habían logrado atravesar los muros, derribándolos con grandes catapultas. Los Muros de Utha eran conocidos por ser altísimos, de un mármol blanco, rodeando toda la ciudad. Pero ellos habían logrado derribarlos. Ahora la ciudad había sido ocupada por el ejército de Cartesse, y sólo unos pocos puntos quedaban defendidos por los elfos. Utha aun no había caído... Athal odiaba a aquellos hombres, sólo deseaban conquistar más territorio, sin importarles quién viviera allí, pero él no pensaba permitírselo.
Extraído del Palacio de las Cigüeñas
Crónicas de la Guerra de los Mil Años
Hola!
Vengo a hablaros del Palacio de las Cigüeñas, un relato que formará parte de las Crónicas de la Guerra de los Mil Años. Durante el relato, se narra la última batalla por Utha, en que los elfos tratan de defenderse de Cartesse, la ciudad más poderosa de los hombres.
Para ilustrar el relato, he hecho un mapa de la ciudad, y quería mostrároslo aquí de ante mano, pues el relato aun no está acabado, pero me queda nada!!
Enlaces de apoyo:
Crónicas de la Guerra de los Mil Años
UTHA
Durante el asedio pridonio en -57
1 comentarios:
Hola Darka,
Muy bueno, un relato muy visual también. ¿Cómo va todo? a ver si volvéis pronto a Palma, un saludote!!
Cris
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