29 de marzo de 2009

El Cuentacuentos: Su amor fue tan intenso que les dejó con agujetas.

Su amor fue tan intenso que les dejó con agujetas. Las mentes que no creen en la fantasía, las más eróticas y aquellas adultas y arruinadas, creerán estar en lo cierto pensando que consumieron sus cuerpos con el mejor y más sudoroso sexo... Y en cierta medida, no se equivocarán, ahora, se perderán la verdadera esencia del relato...

Ellos dos eran jóvenes, valientes y se veían capaces de llegar a la luna. Se prometieron un amor que demostraron apasionado, salvaje y sí, intenso hasta las agujetas. Él prometió que iría a donde fuera ella. Ella prometió que escaparía de su vida corriente. Y huyendo, caminaron juntos, de la mano, cuanto sus músculos les permitieron. Anduvieron bajo días soleados y bajo la lluvia de las montañas. Durmieron en las playas más recónditas, en el silencio más hermoso del mar...
Fue un camino que los llevó hasta perderse del mundo. Cuando uno de los dos no pudo más, el otro lo tomó en sus brazos y continuó caminando... Sólo cuando sus músculos murieron, agotados, martirizados por las agujetas, sólo entonces, decidieron que su camino había concluido.

Fue allí donde construyeron su hogar, donde criaron a sus hijas, y donde por siempre vivirán. O al menos eso recordarán las mentes que sí creen en la fantasía...



¡Flequillo loco!



Para amores más intensos, con y sin agujetas, para otras historias o cuentos, os recomiendo
El Cuentacuentos...

21 de marzo de 2009

Las botas bajo la cama

Lyda y Sebah estaban tumbados sobre el pasto, boca arriba, y bajo el sol llameante. Les encantaba hacer eso, tirarse ahí un rato, y disfrutar del bosque y la charla.

Un día en que las libélulas sobrevolaban el prado, ellos se tumbaron a verlas pasar sobre sus cabezas. Aquella mañana fue cuando Lyda le contó a Sebah que en su casa vivía un demonio, que la acosaba por las noches. Que estaba muerta de miedo, que sentía su presencia y le horrorizaba. Le contó las voces, los ruidos, y hasta que a veces le escondía cosas...

Lo que Lyda le pidió entonces a Sebah fue lo peor que pudo hacer. El pobre le ayudaría, confiándole su vida, y sufriendo las consecuencias...

Tras el fracaso, Lyda decidió por sí sola acabar con la amenaza de aquel demonio que habitaba su casa. Iba a terminar ella misma con sus miedos, e iba a invocarlo.

Así es como Lyda dio con con Mircea, la Señora que guarda la entrada.






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14 de marzo de 2009

La Sangre de Edön



El mensajero llegó al atardecer, cuando ya las primeras estrellas habían nacido al sur del extenso desierto de Elhada, donde los elfos oscuros habían vivido durante miles de años. Aquella noche, sería la primera en muchísimo tiempo en que Lorsan, Princesa de la Casa de Orah, dormiría deseando que llegara un nuevo día. El hastío, la rutina y el silencio del desierto eran lo único que tenía. Hija de uno de los más grandes guerreros de la Alta Estirpe de Yandalath, hermano del que algún día sería Rey de Orah, y si los planes de su padre resultaban, Señor, además, de todos los elfos... ¿Pero qué le quedaba a ella, salvo el olvido y la ignorancia de su padre, Sarek, de Orah?

Cuando el mensajero llegó, Lorsan estaba sentada en su trono, comiendo un pescado exquisito, de un color blanco reluciente. Estaba sola, pues hacía tiempo ya que ella y su esposo, Theraco, mantenían vidas separadas. El elfo corrió hasta sus pies, se quitó el yelmo y se arrodilló apresurado ante ella. Al otro lado de sus lacios cabellos oscuros habló exhausto.
- Mi Señora. Un ejército pielverde se acerca por el sur. Han cruzado las montañas, y...- Levantó la cabeza y miró a la Princesa.- Traen consigo La Sangre de Edön.

Lorsan se levantó de un salto, y plato, cubiertos y pescado cayeron al suelo, junto al mensajero, que permaneció inmóvil.- ¿Cómo lo sabes?

- Han enviado emisarios, mi Señora. Han traido esto con ellos...- Y sacó del peto de su coraza un pañuelo, con el escudo de la Casa de Yandalath bordado.- Aseguran que su intención es devolverla, y rendiros culto.

- Malditos... ¿Quién los dirige?- Preguntó la Princesa.

- Un orco, al que se han referido como Garko.

- Ha hecho bien en traer un ejército, pues... Los pielesverdes no negocian. Quieren guerra. y la tendrán.- Lorsan volvió a sentarse.- La Sangre de Edön...- Fueron palabras que se escaparon de su boca, cuando la imagen de su padre ya estaba en su mente.- Ve a llamar a Ladda. Hazle saber que quiero su consejo. Y después dirígete a Dvalar, dile que quiero al ejército preparado mañana, con el amanecer. No pienso dejar que lleguen hasta mi castillo.

- Sí, mi Señora.- Y el mensajero salió del gran salón.

Cuando llegó Ladda, la consejera de Lorsan, ésta se encontraba sumida en pensamientos de grandeza. Aspirar a conseguir La Sangre de Edön era algo que habían ansiado muchos en mcuho tiempo.

- Ladda, has servido a la Casa de Orah desde sus comienzos, y antes ya serviste al padre de mi padre, Hiligar, llamado el Corrupto.- Ladda era una bruja muy poderosa, temida por muchos, y admirada sin duda por Lorsan.- Este es el momento en que mejor debes servirnos. Dame consejo. Dime, ¿qué poder alberga La Sangre de Edön?

La bruja miró fijamente a su Señora. Llegó a sonreir, y bajó la cabeza.
- Mi Señora, el poder de La Sangre de Edön es demasiado grande como para revelarlo en esta estancia.

- Ladda, vas a decirme lo que sabes. Mañana habrá una guerra, y esa Sangre estará en mis manos al anochecer.

- No es posible. La Sangre se perdió hace siglos.

- Ha sido encontrada, consejera...- Aquellas palabras sonaron en tono irónico, junto a una sonrisa malvada.- He de conocer su secreto.

- Mi Señora, no puedo revelársolo. Mi lealtad a vos es infinita, pero la que le debo a vuestro padre es superior, si cabe. Entenderéis que debo consultarle esto primero...

Aquello fue más un desafío de autoridad que una simple negativa. Ladda saltó ágil hasta la elfa bruja y sacó un cuchillo que siempre tenía preparado, a la espera del traidor inesperado. La sujetó del cuello con una mano, mientras con la otra le amenazaba.
- Vas a contarme cuál es su poder. O vas a morir sin hacerlo. En todo caso, mañana la Sangre será mía.

- Hasta vuestro padre, mi Señora, supo que enviarme a vos era un error. Pero hasta a la hijas hay que tenerlas bien controladas...- La bruyja rió.- En eso siempre estuvimos de acuerdo...

La princesa le clavó el puñal. Sin miramientos. Se hundió en el badomen de la bruja, y ésta se contrajo, conteniendo el dolor, no iba a permitirse darle ese lujo a Lorsan.

- Una sola gota de esa Sangre, mi Señora, alberga tal poder, que ni vos podréis controlarlo... Es la guerra condensada, la magia y la muerte concentradas...- Se le escapó un hilillo de sangre por la boca, que le cayó por la barbilla. Sus rostros estaban muy cerca, y uno de ellos se enfriaba ya poco a poco.- No podréis controlarlo...




Ésta es la introducción al trasfondo de una semicampaña de WARHAMMER que voy a jugar con mi amigo Joe. Él conducirá a los Elfos Oscuros, y yo a los Orcos y Goblins, en una guerra que durará sólo un día. Pronto os iré contando más. De momento sólo lo estamos preparando. El nombre de la Campaña será: El Día de la Sangre.


7 de marzo de 2009

La advertencia del hombre extraño III

Por fin vengo a hablaros de Lyda de Lis, Historia de una Estatua de Piedra. Es un cuento que vengo escribiendo desde este verano, muy especial para mí. Este capítulo, que por fin he terminado, comenzó llamándose Lyda y el Extraño Hombre, pero al final se llamará La advertencia del hombre extraño.

Si recordáis, publiqué en el blog la primera (27 de noviembre) y la segunda (2 de diciembre) parte. Con esta tercera lo termino.
Es el capítulo tercero del cuento.


Podéis descargarlo completo aquí:




(...)

- ¿Pensáis que la bruja podrá convertiros en un sólo hombre? ¿Eso buscáis?- Dijo Lyda.

- ¿Conoces a la bruja?- Minior recapacitó.- No. Nuestra intención es hallar un disfraz que nos permita huir de nuestro amo. Y ella tal vez pueda ayudarnos.

Lyda calló un momento, pensando.- Tal vez pueda ayudaros.- Asintió, y sonrió.- Pero a cambio de qué, pensáis que la bruja querrá ayudaros?

- No sabemos qué ofrecer, salvo desesperación y lástima.- Inquirió Minior.

- Entonces tendréis que convencerla.- Y se rió.- Y a veces es difícil de convencer…

- ¿Nos dirás cómo encontrarla?- Saltó el enano barbudo.- ¿Nos ayudarás a convencerla?

El fornido hombre pelirrojo rio entonces con una larga carcajada. Hasta que terminó sonriendo ante la cara perpleja de los tres enanos.- Ya la habéis encontrado. Tenéis ante vosotros a la bruja que buscáis. Y no, no os ayudaré a convencerme.- Quedó tan sonriente el hombre.

- Eres tú… ¿La bruja que cambia las cosas?- La voz de Minior sonó hasta perderse, fueron palabras escapando del pensamiento.

Lyda asintió.- Como vosotros, yo también me oculto bajo un disfraz. En los días que corren, la precaución siempre es buena ventaja.- Se encogió de hombros.- ¿Pero decidme, cuán malo ha sido con vosotros vuestro amo para que queráis huir de él?

- ¡No castiga!- Dijo de pronto Antälor, el que aun no había hablado. Su voz era más aguda que la de los otros dos enanos, se le veía más triste.- Nos maltrata. Terminó.

- Nos hace ir cargando con él a cuestas. ¡A todos lados!- Dijo de seguido Travir, aun desde la silla.- Donde quiera que vaya el viejo, tenemos que ir cargando con su asqueroso cuerpo.

Minior no dijo nada al principio, y cuando comenzó a ver la cara de Lyda cambiar, entonces habló.- Necesitamos que nos ayudes a encontrar un disfraz, para escapar de ese hombre, que nos tiene presos desde hace años. Nos obliga a llevar a cabo trabajos forzados. Vivimos encadenados a su carruaje, en el que vive, y somos los que cargamos con él. Ahora hemos escapado.

- Se montó una buena…- Interrumpió Travir a Minior riéndose.

Éste asintió, mirándolo.- En cuanto nos libramos de los grilletes vinimos a buscarte.- Dijo tajante.

- ¿Por qué a mí?- Respondió Lyda.

- Porque eres una bruja de la magia mutable.- Dijo ahora Antälor con su voz aguda.- Hemos venido hasta aquí buscándote. Él sabe que estás aquí, también te necesita.- Calló un segundo.- Eso podemos darte a cambio de tu favor: la advertencia. Huye, como nosotros huimos de él, pues si te encuentra, conseguirá de ti lo que necesita.

- Pero, ¿quién es vuestro amo? ¿Quién podría ser así?- Lyda se emocionó tanto, que casi pierde la concentración del hechizo, pero logró mantenerlo.

- Su nombre es Murtagh, aunque lo llaman el Señor Caracol.- Le contestó Minior.- Es un viejo arruinado, vil y cruel, que ha encontrado la manera de preservar su vida. Ni siquiera nosotros sabemos cuántos años puede tener. Vive de vagar de aquí a allá, y nosotros cargando con él y su casa. Se alimenta del miedo, y aspira a destruir el mundo…

- Maldito degenrado…- Soltó Travir.

- ¿No sabéis su edad?- Preguntó intrigada Lyda.- ¿Cómo lo hace? ¿Conocéis su secreto, cómo salvarse de la muerte?

Los tres se miraron.- No exactamente. Y no te gustaría averiguarlo, créenos.- Le dijo Minior.

- Sorpréndeme.

- De verdad que no lo sabemos. Después de ver su cuerpo, y no hemos querido saberlo. Él es un escuálido cuerpo, inerte, inmóvil. Por ello siempre en su carromato, pero su mente sigue lúcida, y sólo desea el mal. Vive sin poder separarse de esos frascos repugnantes, en los que guarda sus órganos. Ahí es donde los mantiene vivos… Es asqueroso.

- Debe serlo.- Terminó Lyda.- Esta bien, os ayudaré a escapar de él, por supuesto. Decidme, ¿en qué os gustaría transformaros?

Ellos sonrieron, al fin, y arrugando sus rostros viejos y cansados, se miraron pensando.

- Antes de decidirlo, sabed que la magia mutable es peligrosa, y tiene sus consecuencias. Debería ser un conjuro sencillo, o correríais el riesgo de quedar así para siempre… Bueno, siempre existe ese riesgo, creo.- Y se encogió de hombros el hombre fornido.- El conjuro duraría hasta esta medianoche.

- A medianoche estaremos tan lejos, que ese viejo amargado no dará con nuestras formas originales. Te lo agradecemos.

- Siempre querido ser un elefante.- Dijo Travir casi para sí, interrumpiendo otra vez a Miinior.

- No. La idea del elefante es tentadora, estoy segura,- Dijo el hombre.- pero si vuestra intención es provocar violencia con su fuerza, no puedo permitíroslo. Os ayudaré, pero sólo a huir de él.

- Aves.- Dijo seco Antälor.- Conviértenos en aves hasta la medianoche y podremos huir para siempre.

- Aves… Sí, me gusta la idea. Creo que sería posible… Venid conmigo.

Lyda dirigió a los tres enanos a su jardín. Allí les explicó lo que significaba mutar la forma, les habló de los riesgos y de las consecuencias. Pero ellos dijeron temer tanto al Señor Caracol, que correrían el riesgo. Entonces Lyda, tras ofrecerles un vaso de agua de su fuente, se despidió de ellos, les advirtió por última vez de que el hechizo duraría hasta la medianoche, y comenzó a concentrarse. Ellos le hablaron durante unos minutos, pero ella ya no les escuchaba, hasta que empezaron a sentir la magia mutable… Su garganta se mudó. Y sintieron sus labios, nariz y barbilla convertirse en un tremendo pico amarillento. Sus barbas menguaron hasta ser un bello que brotó de nuevo, en un tono marrón, que se convirtió en vigorosa plumaje. Sus piernas se arrugaron, hasta agarrotarse quedando unas patas con pezuñas. Y sus brazos crecieron y crecieron, mutando en unas alas enormes. Y cuando los cuerpos de los tres enanos eran tres águilas, echaron a volar hacia el horizonte más lejano...





La advertencia del hombre extraño
Capítulo III de Lyda de Lis.
Memorias Olvidadas
Darka Treake
www.modt.net

3 de marzo de 2009

La Isla del Reo: Renacidos

Los Renacidos son una de las bandas más misteriosas de la ciudad. Algunos dicen que realmente no existen, otros los han visto y no se atreven a creerlo. Otros los han sufrido hasta la muerte, incluso más allá... Una vez llegó a la ciudad un hechicero capaz de devolver la vida, un Nigromante. Su nombre era Arkham. Fue rechazado por todos en la ciudad, pero a diferencia de tantos otros, no pereció. Se ocultó en el cementerio, y habitó entre las ruinas de su vieja abadía y rebuscando entre los cadáveres de la fosa común. Allí sobrevivió, y le logró devolver la vida a un vampiro.
Así, renació en la ciudad Azred, el primer vampiro de la Isla del Reo. Azred hizo preso entonces a Arkham, el Nigromante, y desde entonces lo mantiene a buen recaudo. Le obliga a levantar los cadáveres que caen en el cementerio, y él ha ido dejando su legado entre unos pocos elegidos. Ha ido creando así su clan de vampiros. El Clan del Reo Renacido.
Los Renacidos viven en el cementerio de la ciudad, lugar al que pocos se atreven a aventurarse. Mantienen tratos con las Brujas, los Intocables y las Alimañas, pero son perseguidos por la Orden y los Inquisidores. Son temidos por todos.



* * *




La Isla del Reo es una ciudad creada para ambientar mis partidas de rol. Es un lugar del cual sus habitantes no pueden salir, una urbe decadente en que los personajes deben sobrevivir, y el mejor modo es unirse a alguna de las bandas de la ciudad.

Estos días estoy trabajando mucho en la página de la Isla del Reo. Tengo todo el esquelto de la página, y ya he subido provisionalmente lo referente a las bandas. Aquí os dejo algunos enlaces, para que lo vayais viendo. He subido la información para las once bandas:

- La Orden del Arcángel San Miguel
- Inquisidores
- Los Cuarenta Ladrones
- Hermandad Negra
- Sarracenos
- Negros
- Intocables
- Hijos de Össoro
- Alimañas
- Sicarios
- Renacidos

La banda de los Renacidos es nueva, respecto a la aventura que jugamos el verano pasado. Por ello os he introducido esta entrada con su historia. Pero de aquí podéis saber más sobre ellos, y sobre las demás bandas.

Además, os dejo la página provisional de presentación de la Isla del Reo, y un mapa con el territorio de las bandas:






Ah!! En cuanto acabe con lo de la página de la Isla del Reo, comienzo con La habitación Número 11, mi primer Hipercuento!!



PS: Macarrón!! Ya voy preparando la partida!!! eeeeep??



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1 de marzo de 2009

Seleccionado para el número 3 de Ícaro Incombustible!!



El número 3 de Ícaro Incombustible, la Revista de Arte libre y democrática, ha cerrado ya su plazo de votaciones y elegido los relatos/poemas/ensayos/fotografías/ilustraciones, etc, de este próximo número.

Y los lectores han elegido mi relato!!
Os presentaba este relato, La Dama Descorazonada, el 10 de diciembre. Pronto saldrá publicada en esta revista electrónica en que cada vez participan más escritores y artistas de muchas índoles.

El número 3 aun no está disponible, pues está en maquetación, pero pronto podréis descargarlo de la web de Ícaro. os lo aconsejo, pues en él encontraréis muchas cosas, tanto en su sección pluma como en pincel, todas muy buenas e interesantes.
Os recomiendo de entre todos ellos, en especial, El Escultor de Humo o La Maldición de Medusa.

En el blog de Ícaro podéis consultar los seleccionados para este número 3.





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