31 de diciembre de 2014

Despidiendo 2014

Hola a tod@s!
Vengo a contaros mis últimas novedades. Os escribo desde Palma de Mallorca, mi residencia actual. He dejado Tenerife, pues mi beca doctoral termina en estas fechas. Terminaré mi tesis a distancia.
Llevo en Mallorca semana y media. Como sabéis, estuve en La Habana, Cuba, durante 2 meses, trabajando en el Centro de Neurociencias de Cuba.
Mi experiencia con La Habana ha sido muy buena. Conocer esa realidad, que bien serviría para una novela de ficción post-apocalíptica que versara sobre la supervivencia y la escasez, me ha aportado mucho. Me ha aportado a mi forma de ver el mundo, mi vida, y sin duda, me ha servido de inspiración para escribir. La Habana va a aparecer entre las páginas de La Rosa de los Vientos, y sin duda también en la Ciudad del Reo. No lo encontraréis de forma explícita, pero va a estar ahí.

De entre las experiencias que he vivido en La Habana, quiero contaros las amistades que he hecho: la cuba literaria, la cuba de fantasía y ciencia-ficción. Resulta que por azar, di en una librería con Crónicas de Akaland (Eric Flores y Jesús Minsal, Ed.Gente Nueva, 2014). Al descrubrir un libro de fantasía cubana me hice con él (el precio de los libros allí es impensable, de lo barato que es), y me puse a buscar sobre los autores en internet. Bueno... el internet en cuba es una utopía, es difícil encontrar puntos de conexión y cuando lo consigues, la conexión es muy lenta, muuuuy lenta. Así que el país está recién empezando a desarrollarse en ese aspecto. Por ello, es raro que los autores allí tengan su propia web o blog. No encontré a Eric y a Jesús, pero di con DiALFa.
DiALFa es el "Proyecto Cultural para Divulgación del Arte y la Literatura Fantástica", una asociación cubana que promueve el género en La Habana. Realizan actividades cada mes, así que vi que podría asistir a uno de sus eventos. Me puse en contacto con ellos, y me respondió Sheila (entre otros). Sheila Padrón es la coordinadora principal de DiALFa, una grandísima persona. Fue realmente cordial conmigo, no sólo me invitó al evento, sino a que participara de forma activa, hablándoles de Mi Mundo y de mi obra. De la misma forma, me puso en contacto con otros miembros de DiALFa y de Espacio Abierto, un taller literario centrado específicasmente en el género de fantasía y ci-fi. Así, conocí también a Carlos Duarte y a Elaine Vilar. (A partir de estos dos, inclusive, todos a quellos que os nombre son escritores de fantasía/ci-fi cubanos)
Así, me invitaron a participar también en el taller Espacio Abierto, que se celebra en domingos alternos en el Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”. Allí Raúl Aguiar impartió una sesión breve de teoría literaria, y después compartimos textos de algunos participantes del taller. A mí me habían invitado a leer algún relato, así que les leí El Cíclope Asustado, relato que publiqué en el portal literario online Letras Inquietas el pasado mes de junio. Fue una experiencia bonita leerles mi relato y después recibir sus despiadadas críticas. Creedme, esa gente no conoce la piedad. Como entre ellos son amigos, se toman la libertad de decírse las cosas claras, y conmigo no fueron menos. Estuvo muy bien. Después de aquello acabamos tomando unas cervezas por ahí. Una grandiosa experiencia. Aquella tarde tuve la oportunidad de conocer también a Eric Flores, a Jesús Minsal y a Yoss, entre otros muchos escritores de fantasía y ci-fi.
La semana siguiente fue el evento organizado por DiALFa, en la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena (en la Plaza de Armas de La Habana, ¡me encanta esa plaza!). Durante el evento, primero Rosa M. Jordán y Gonzalo Moran dieron una charla sobre Neil Gaiman, que me encantó. Después, casualmente, fue la presentación de Crónicas de Akaland, por parte de Eric Flores y Jesús Minsal. Y para finalizar, Sheila me presentó (creando, por cierto, mucha expectación conmigo), y salí a hablar. Les hablé a todos los asistentes sobre Mi Mundo y mis cuentos, concretamente sobre La Sirada y sobre Historia de una estatua de piedra.

Fue una experiencia buenísima, me encantó compartir con todos lo que hacía. Me encantó conocerlos y me llevo un gran recuerdo de la Cuba literaria. En especial guardo un gran recuerdo de Eric, Sheila, Carlos, Elaine y Yoss, que son tal vez con los que más interactué. Me volví de allí cargado de libros. Elaine me regaló un ejemplar de Salomé, la obra con la que ganó el Premio Calendario 2013 de Ciencia-Ficción. Además, Sheila me regaló Ciencia Ricción, Antología de cuentos humorísticos de ciencia ficción, cuyos editores son Carlos Duarte y Yoss, y contiene relatos de todos los escritores que conocí esos días. De él ya he leído algunos relatos, y son realmente buenos. Elaine, te tengo pendiente y eres la próxima en mi lista de lectura, ¡tengo muchas ganas de leer Salomé!
Me faltó añadir que, aunque actualmente me estoy leyendo El Nombre del Viento (Patrick Rothfuss), estando allí detuve su lectura para leer Crónicas de Akaland (qué mejor lugar que Cuba para la literatura cubana), con el cual disfruté mucho. Espero pronto reseñároslo.

Además, aprovecho para contaros que no pude traerme aún el ordenador de Tenerife, así que debido a lo que denominaremos "problemas técnicos", no podré actualizar mi web en una temporada. Espero pronto poder hacerlo. Igualmente os iré informando de todo en este blog. Os invito a que os suscribáis para recibir en vuestro email las actualizaciones.
Entre las cosas que os iré contando estarán las interacciones y menciones en los medios que vayan surgiendo, como la entrevista que me han hecho en el portal literario MisLibrosPreferidos.com, o una serie de reseñas de La Sirada que espero que surjan a partir del booktour del blog Books around the magic world a lo largo de las próximas semanas.

Por último, desearos a todos un buen 2015, lleno de logros! 
Yo lo despido con la satisfacción de haber publicado Historia de una estatua de piedra; de haber avanzado enormemente con La Rosa de los Vientos; de haber impartido 3 cursos de Escritura Creativa y Publicación Digital; de haber pasado 2 meses en La Habana, como parte de mi doctorado; y de muchos otros logros. Veamos qué nos depara 2015.
Sólo os voy a delantando que estoy preparando un proyecto de formación/asesoramiento en worldbuilding.

FELIZ 2015!!





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7 de diciembre de 2014

Veletas, tritones y gallos

Durante la Edad de los Dioses, éstos mantuvieron una cruenta guerra que casi acaba por destruir el Mundo. La contienda duró tanto tiempo y fue tan devastadora, que lo cambiaría todo. Durante aquellos días, Aënor, Dios de los Océanos, y su hermano Etesio, Dios del Viento, se enfrentaron a un combate sin igual por el amor de Skava, Diosa de las Profundidades. Según decían, Skava era la amante más considerada y mejor dotada, y por poseerla, se despertó un intenso odio entre ambos hermanos.

Así, Etesio, con la idea de crear los más formidables guerreros en su lucha contra Aënor, le hizo el amor a Entëror, Diosa de las Estaciones, dejándola encinta de los ocho Dioses-Viento, los Anemoi. Los Dioses-Viento eran tan poderosos, que nadie pudo contenerlos durante mucho tiempo. Sus nombres fueron: Drennas, Arjas, Diuro, Netos, Ithrilo, Söcotes, Balo y Titho. Entëror era una de las esposas de Q'uk'umatz, Dios de las Tempestades, y éste entró en cólera al enterarse, pero adoptó a los ocho Dioses-Viento, y les inculcó el desorden y la ira, para que soplaran destruyéndolo todo. Etesio así lo permitió, utilizándolos en la lucha contra Aënor, hasta que la disputa entre ambos careció de razón.

La virulencia de la batalla entre ellos fue tal, que Dianae, su madre, Diosa de la Vida, tuvo que mediar. Así, le pidió a Eródoto, Dios de la Sabiduría, que la ayudara a ordenar las cosas entre sus hermanos. Pero Eródoto, que eran tan sabio y conocedor de todas las cosas, al ver que la guerra fratricida se les había ido de las manos a Aënor y a Etesio, decidió desposar él mismo a Skava, para solucionar el conflicto.


De esta manera, una vez acabada la Edad de los Dioses, Etesio y Aënor hicieron un pacto, levantando las Horologias: ocho torres octogonales que repartieron por todo el Mundo, donde encerraron a cada uno de los Dioses-Viento. Así, entre los dos crearon a los tritones, quienes, habitando el océano, eran capaces de dominar los vientos haciendo sonar poderosas caracolas. Sobre cada una de las Horologias se situó a un tritón de roca, los ocho primeros tritones, quienes indicaban a los Dioses-Viento cuándo soplar, para traer y llevarse las estaciones.


Por ello que el símbolo elfo de las veletas son los tritones, quienes indican qué viento debe soplar. Los primeros hombres aprendieron, de esta y otras epopeyas, su simbología, y la utilizaron durante mucho tiempo. Pero en el Siglo IX del Calendario Occidental, los hombres, bajo el credo cristiano, reemplazaron los tritones por los gallos en las veletas, colocándolos en lo alto de sus campanarios. Éstos simbolizaban la vigilancia del clero sobre el pueblo, siendo el símbolo de uno de sus primeros y más importantes santos.


En La Rosa de los Vientos, el cuento que, como sabéis, me encuentro redactando, el viento y su mitología juegan un rol muy importante. La historia cuenta con dos protagonistas, uno para cada una de las historias paralelas que conforman el cuento: Issora y Saphiroth. En el capítulo tercero, titulado “La veleta” (en la web aún lo encontraréis con su título anterior “El junco elfo”), Al•luïn, de Aranäth, capitán del Ul•londra, le entregará a Issora una veleta con la forma de un tritón, de regalo, contándole parte de esta epopeya. El resto de la epopeya se narrará en el capítulo décimo cuarto, titulado “La Horologia”, cuando Saphiroth se interese por la hermosa Torre de los Vientos, en Anora, gran ciudad de la Isla Rocosa, cuna de la civilización helena. En la primera parte el elfo le contará a Issora la historia de las veletas y el por qué el uso de tritones en ellas, refiriéndose a sus dioses por su nombre elfo. Por el contrario, cuando Saphiroth se halle frente a la Horologia y un sacerdote heleno le hable de la historia de la torre octogonal, se referirá a los dioses por su nombre heleno.
Estaba pensando en dejaros aquí esos pedazos, que ya están redactados, pero no quiero hacer la entrada demasiado larga. Además, ¡así os dejo con la intriga!
Haré una cosa, crearé una serie de 3 entradas, publicando ambos fragmentos por separado, más adelante. ¿Os parece?


Relación de los dioses nombrados aquí, indicados por su nombre en la mitología elfa (entre paréntesis con su nombre heleno):
Aënor, (Neptuno) Dios de los Océanos
Etesio, (Eolo) Dios del Viento
Skava, (Bía) Diosa de las Profundidades
Entëror, (Démeter) Diosa de las Estaciones
Q'uk'umatz, (Zeus) Dios de las Tempestades
Dianae, (Hera) Diosa de la Vida
Eródoto, (Atenea) Dios de la Sabiduría

Los Anemoi, o Dioses-Viento:
Norte: Drennas (Bóreas)
Sur: Arjas (Noto)
Este: Diuro (Euro)
Oeste: Netos (Céfiro)
Noreste: Ithrilo (Cecias)
Sureste: Söcotes (Apeliotes)
Noroeste: Balo (Coro)
Suroeste: Titho (Libis)

PS1: En algún momento os presentaré el Panteón de los Dioses de Mi Mundo, con las diferentes concepciones y nombres que le dio cada cultura.

PS2: Sigo en La Habana. Estaré por aquí hasta el próximo día 15. Está siendo un periodo muy creativo, ¡estoy contento!

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Puedes acceder a la serie completa en el siguiente tag: El viento.
Aquí podéis leer la segunda entrada de la serie: La Veleta.
Aquí podéis leer la tercera entrada de la serie: La Horologia.
Aquí podéis leer la cuarta entrada de la serie: El Tritón.
Además, consulta la web del cuento: La Rosa de los Vientos.
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1 de diciembre de 2014

Fuerte de la Chorrera



Transcripción desde mi cuaderno de notas (21 de noviembre, 2014):


Estoy en el Castillo de la Chorrera (1646)*. Voy por la segunda Bucanero (5.4%) así que lo estoy notando, pero me apetece. El día está nublado. Corre la brisa marina y el mar está embravecido. Me imagino a los centinelas en lo alto del castillo, aguardando la desembocadura del Almendares, esperando no otear navíos piratas en el horizonte… La estructura lleva en pie casi cuatro siglos, y se conserva bien, aunque sus constructores y todos y cada uno de los centinelas que en él se apostaron alguna vez, se avergonzarían al ver esta imagen. Ahora es un restaurante/bar/discoteca, con unas cuantas mesas con sombrillas plegadas en el patio. Tres de ellas ocupadas por cubanos bebiendo cerveza. Hay una chica sola, llorando. También hay un español… La pequeña muralla que protegía el patio está en decadencia, y las olas a menudo entran, inundándolo. Antes debí subir los pies para no empapármelos. Los ritmos latinos suenan desde dos enormes altavoces situados bajo el puente medieval, que sube al interior. Y en la diminuta bahía que forma la ensenada del castillo, donde termina el famoso Malecón de La Habana, la basura flota mecida por las olas. Los coches pasan junto al castillo, exhalando gases negros, y se escuchan gritos de niños jugando en el malecón. Nos rodean altos y decadentes hoteles, palmeras y la polución, así como gaviotas que parecen disfrutar del día gris. Esto es Cuba, un eterno pasado anclado en el presente que clama por evolucionar, sin que le dejen hacerlo.


* En realidad la construcción que se aprecia hoy es de finales del S. XVIII, reconstruido tras la conquista de los ingleses de La Habana, pero no lo he sabido hasta ahora, al entrar en Wikipedia.
La fotografía la tomé yo mismo ese día.


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