25 de septiembre de 2008

Un nuevo comienzo

Hola a tod@s, os escribo para poneros un poco al día de mi vida.
A principios de la semana que viene, aunque sin fecha confirmada, probablemente el día 1 de octubre, me iré a vivir a Tenerife.
Este cambio significa para mí la independencia. Me estoy yendo de casa!! A Buscarme la vida, a sacarme las castañuelas del fuego...

Voy a comenzar un master: POP en Neurociencia Coognitiva y Necesidades Educativas Especiales por la Universidad de la Laguna, de Valencia y Almería.
Además, tengo algunos otros proyectos, como por ejemplo, quiero aprender lengua de signos. Ya tengo algunos sitios donde puedo hacer cursos, en cuanto llegue me pongo a ello.

Ya que esto significa un antes y un después, quería haber pasado a papel mis últimos cuentos, quería cerrar esta etapa con ellos en la mano. No me ha dado tiempo, pero espero hacerlo pronto.
Os hablo de: Kelpie, la dama del Amanecer; Scrópolo, el Necrófago; El Duende, la Doncella y el Monstruo del Lago; y Los Doce Navíos Elfos.
Todos terminados y revisados. Listos, pero no impresos...
Espero tenerlos pronto. ¡Qué rabia!

Además, tengo una buena noticia. Os escribo desde mi portátil nuevo!!!
Con esta herramienta podré seguir en linea con todo esto: el blog, la página y todo lo que es seguir mostrándoos lo que voy haciendo. Eso si que no para!

Allí seguiré con mi nuevo proyecto: el Cuento de Lyda de Lis. Quiero estar ya ahí para centrarme en eso. Os iré contando.

Tengo muchas ganas de dar este paso!!
Pronto más cosas!!!

19 de septiembre de 2008

Lluvia

Llovía incesantemente. Era una de esas tormentas silenciosas, en las que no truena, simplemente las nubes descargan sobre el mundo todo cuanto tienen, sin sentirse satisfechas, sin dar síntomas de querer parar. El bosque estaba completamente en silencio, salvo por el incesante sonido del chaparrón. Las copas de los árboles retorcidos filtraban las gotas, que llegaban al suelo, empapando la tierra, y desprendiendo ese olor a húmedo tan maravilloso que tienen los bosques.

Lyda volaba velozmente, buscándola. Estaba completamente calada, empapada como nunca antes lo había estado. En aquel momento sobrevolaba el bosque, en la forma de un gran dragón de escamas rojas. Las tremendas alas se llevaban consigo las incesantes gotas, mientras batían el aire enérgicamente.
Aquel hechizo le había costado a Lyda mucho esfuerzo, y estaba realmente cansada. Pero el logro le había valido la pena. Era algo que siempre había querido hacer, pero que su conocimiento de la magia mutable no le había permitido, hasta aquella noche.

Cansada, divisó un arroyo que bajaba, alimentado por la lluvia. Y ella, desde el cielo, tomó su curso, internándose en la tormenta. Voló sintiendo aquella libertad que sólo las aves pueden sentir, dejándose flotar bajo la tempestad.
Y así llegó hasta donde el arroyo desembocaba en bonitas cascadas a un estanque.
Entonces la vio, sentada a su orilla, mirando el dragón rojo acercarse.

Lyda descendió todo lo despacio que pudo, hasta aterrizar en la orilla opuesta a la chica. Ésta ni se inmutó ante la bestia.
El estanque era claro, y Lyda habría visto el fondo si no fuera por su superficie quebrada por la lluvia. Algunos nenúfares aun flotaban, y más allá, estaba la chica.
Sus ropajes grises estaban completamente empapados, y estaba sentada con los pies descalzos metidos en el agua. Tenía el pelo tan largo que llegaba hasta descansar sobre la arena del estanque.
Hasta hacía un instante, a su alrededor debía haber una docena de ranas, que se acaban de marchar saltando, asustadas por la bestia en que Lyda llegaba trasnformada.

- ¿Sois un dragón que viene a devorarme, o sólo a pedirme consejo?- Dijo.

- He venido a pediros ayuda.- Vocalizó el dragón desde su poderosa mandíbula, mientras de ella salían vapores.- ¿Sois Lluvia, la Señora de la Tormenta?

Ella asintió.
- ¿Cuál es vuestro nombre, dragón?

En ese momento, el dragón comenzó a menguar. Sus tremendas alas empequeñecieron, hasta transformarse en dos brazos. Sus escamas rojas se fundieron hasta convertirse en piel, y su poderosa cabeza fue regresando a su forma original.
Lo que antes era un gran dragón rojo, ahora era una preciosa muchacha, cuya melena pelirroja estaba completamente empapada. Lyda comenzó a caminar alrededor del estanque.
- Mi nombre es Lyda de Lis. Y como veis, no soy un dragón, sino una hechicera. Venía buscándoos, Lluvia.

La chica permaneció sentada, hasta que Lyda se sentó junto a ella. La lluvia se mantenía incesante, y el sonido al llegar al estanque era precioso, acompañado del chocar contra las hojas alrededor. Era un momento, sin duda, mágico.

- ¿Qué queréis de mí, Lyda de Lis, Señora de la Magia Mutable?

El título dado halagó a Lyda, que le habló muy seria.- Necesito vuestra ayuda.- Lluvia asintió.- He de rogaros que me ayudéis en una tarea que puede ir contra vuestros principios, y que podría desatar graves consecuencias. Pero lo que voy a pediros me mueve a mí, y a otros, a correr tal riesgo.

- Decidme.- Dijo Lluvia.

- Os pido que me ayudéis a invocar a una poderosa criatura, capaz de cumplir cualquier deseo.

- ¿Por qué razón no debería ayudaros? ¿No sería de agradecer que pudiera cumplir mi mayor deseo?

- ¿Cuál es tal deseo, Señora de la Tormenta?- Dijo Lyda.

Ella miró hacia arriba, donde las espesas nubes cubrían todo en millas a la redonda.- Quiero ver el sol.- Dijo sintiendo las gotas caerle directamente sobre el rostro.- Quiero ver las estrellas, y quiero ver la luna. Quiero saber la diferencia entre el día y la noche, ver el juego de coloridos del cielo...- Suspiró, abriendo los ojos.- Me gustaría ver una vez el cielo.

- Esta criatura, Lluvia, podría concederos ese deseo. Pero yo voy a rogaros que me ayudéis, y que a pesar de ello, no le pidáis que os lo cumpla.- Lluvia la miró si comprender.- El precio por un deseo concedido por Gingoen*, se paga muy caro. Lo sé por propia experiencia...- Esas últimas palabras sonaron muy bajo, hasta que solo se escuchó la incesante lluvia sobre el estanque.

- ¿Por que debería entonces ayudaros, Lyda de Lis?

- Porque sin vuestra ayuda, Lluvia, Señora de la Tormenta, no podré pedirle que se cumpla mi deseo...



Lyda de Lis
Memorias Olvidadas
Darka Treake




* EDITADO: He cambiado el nombre de Anarade por el de Gingoen. Ambos fueron dos de los siete Demonios Resentidos. Y no terminaba por decidirme de qué demonio hablaba en este cuento...
Al final creo que el cuento habla sobre Gingoen. Ya sabremos más sobre Anarade, el Demonio Resentido en la Ira de Orfgod, más adelante, en otro cuento.
Decidido pues, este es uno de Los Resentidos, uno de los cuentos que narran cómo fueron invocados los demonios. En concreto, hablaremos de Gingoen, el Demonio Resentido imaginado en la Impotencia de Orfgod.
Cada vez sé más de este cuento. Y cada vez me gusta más...

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15 de septiembre de 2008

Próximamente...

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13 de septiembre de 2008

Bloodbowl !!




Anoche se celebró el noveno encuentro de la I Copa Malgrat de BloodBowl, el antideportivo-rugby practicado por miles de aficionados de todo el mundo de Warhammer!!

En el encuentro, en que se decidió quién pasaría a la final triangular del campeonato, participaron los Últimos Sanguinarios de la Llanura de los Cuervos (Elfos Oscuros) contra los Desgraciados de Borongheigh (Caos).
Al encuentro acudieron 70.000 aficionados de este sanguinario deporte, a los que no se defraudo, con un buen chorreo de touchdowns, jugadores inconscientes y heridos graves!

Al comienzo los elfos oscuros parecieron dominar el encuentro, la Hechicera del Miedo llegó a la línea de touchdown, pero justo cuando el tanto parecía claro, le fue arrebatado el balón por Gothagk, un hombre-bestia que parece dar buenos resultados tanto de punta como defendiendo. Éste, con un pase certero cambió las cosas, y Rangöre, anotó (1ªp - 5ºt) al otro lado, levantando la euforia de los hinchas de los Desgraciados de Borongheigh.

Los Últimos Sanginarios trataron de adelantarse a la jugada de los Desgraciados cuando se volvió a poner el balón en juego, pero éstos lo evitaron y de nuevo Gothagk, balón arriba y segundo touchdown (1ªp - 7ºt), éste de Ashibba, el Bruto, que cerraba la primera parte con un resultado favorable a los Desraciados de 0 a 2.

En la segunda parte se animó aun más el encuentro! Los Desgraciados parecieron sentenciar con un rápido 0 a 3, anotado (2ªp - 2ºt) por Shinhigk en una jugada limpia.
La refriega que se formó al ponerse el balón en juego dennotó la desesperación de los Últimos Sanguinarios. Un placaje de Darness hizo entrar al médico de los desgraciados, que le salvó (posiblemente la vida) a Orgronos, un guerreros del caos que nunca defrauda.
En aquellos momentos, Gothagk se fue al suelo, defendiendo a un corredor elfo que se acercaba demasiado, y cayó inconsciente. Sin defensa, los Últimos Sanguinarios logran entrar hasta la cocina, y la Hechicera del Miedo marcó (2ªp - 4ºt) el primer tanto elfo oscuro.

La respuesta de los Desgraciados a ese primer tanto, dejó a un elfo herido grave en el suelo, en la línea de medio campo, pero el médico realizó un conjuro rápido para sanarlo. Además, en poco tiempo, las dos elfas brujas salieron del terreno de juego inconscientes. La Poderosa Name defraudó a sus seguidores con un terrible partido.
Los hinchas elfos oscuros asesinaron al árbitro, al ver su indulgencia con los Desgraciados y su suplente, amenazado, no volvió a pitar una falta a los Últimos Sanguinarios, que se cebaron.
Con total impunidad, Shingik, recibió un mal golpe de un lanzador elfo oscuro y sufrió una contusión que le sacó del partido. Los médicos han dicho que podría perderse el próximo encuentro también, tras la grave lesión.

Con tres jugadores menos en el terreno de juego, aquello se parece más a una carrera desesperada, una escaramuza entre guerreros, y no jugadores de BloodBowl!
Darness, escapándose por un flanco, anota el segundo y último touchdown (2ªp - 8ºt) elfo oscuro. Y con él, el partido termina con un resultado de 2 a 3 favorable a los Desgraciados de Borongheigh, que pasan a la final triangular, la cual deberán disputar con las Zarpas Mugrientas (Skaven) y los Tenebrosos de Arvensis (No Muertos).

Esto sí que ha sido buen Blooooodboooowl!!


Enlaces:

10 de septiembre de 2008

Mariposas...

Una mañana de húmedo otoño, cuando las hojas amarillentas de los árboles ya pacían sobre la hierva, acolchando el lecho del guerrero de las montañas altas, éste descansaba saboreando los últimos minutos, previos a la marcha que le llevaría a afrontar su destino...

Estaba ahí tirado, sin más, bajo un cielo azul claro, con el gran volcán de fondo, como un paisaje que le amenazaba, le llamaba y que, además, él admiraba. Ýa había perdido la noción del tiempo cuando quedó dormido, con la suave brisilla surcando sus oidos... Entonces soñó con aquella hada que por las noches aparecía en su aposento para hacerle el amor, y no pudo evitar sentir tal angustia, tal añoranza, que se despertó. Y como si fuera un espejismo, vio miles y miles de mariposas en el cielo... Tal vez era la ilusión del despertar del sueño, tal vez fueran miles de mariposas reales, tal vez sólo hojas otoñales, o tal vez incontables hadas revoloteando... Se levantó y miró a su alrededor. No vio nada, nada salvo mariposas, y más mariposas de infinitos colores... Era una visión increible. Se estremeció, y buscó y buscó entre las mariposas, esperando encontrar por allí a su hada soñada...
Sólo buscaba unas alas rojas... Un puntito entre la inmensidad.

Cuando realmente despertó, vio el cielo azul, y a su alrededor, el pasto cubierto de hojas amarillentas.
Era el momento de partir.



8 de septiembre de 2008

Coldplay - Madrid 08

Qué conciertazo!!

Una visita (demasiado) fugaz a Madrid me ha llevado al concierto de COLDPLAY, en su gira VIVA LA VIDA.
Fue un espectáculo increíble de casi 2 horas en el Palacio de Deportes de Madrid, donde nos reunimos cerca de 15.000 personas. Yo estaba situado abajo, entre la multitud (el tio que grababa ese video debía estar muy cerca mío!!!! para que os hagais a la idea).
Nos pasamos haciendo cola 2 horas al sol. Después otras 2 horas más dentro esperándolos a ellos, incluido el telonero: Albert Hammon, guitarra de The Strokes.
Y cuando empezó, estábamos muertos ya, pero había valido la pena la espera.
El juego de luces, lasers, el espectáculo, el escenario, el sonido, las payasadas de Chris Martin... Genial. Simplemente genial.

El escenario tenía una pasarela hacia el público, donde estuvieron tocando un rato, todos, y después él en solitario al piano (Video). Salieron también a tocar The Scientist entre el público (Video 1) (Video 2), a las gradas!!! Qué tios... Ese biss cuando ya parecía que no volvían, con Yellow (Video). El momento en que le cantábamos el oeoeoeoe para que continuaran, y él siguiéndonos al comenzar Speed of Sound...(Video). Y el cierre, increible... Jamás había visto tantas y tantas mariposas en el cielo... Ese es el video que he elegido para dejaros aquí. Aunque me ha costado elegir!!!
Creo que me quedo con el momento The Scientist... Pero hubo muchos momentos increíbles... La apertura con Live in Technicolor & Violet Hill (Video de la apertura), la euforia de Viva la Vida (Video 1) (Video 2 desde primera fila!), la ternura de Fix you (Video con vista de la multitud del palacio de deportes), Clocks (Video), In my place (Video)... y un largo etc... Fue increible.
Ahora, lo mejor de todo, la compañía, imprescindible para disfrutar un buen concierto... verdad?

Como os decía, aquí os dejo la canción de cierre: Lovers in Japan
(Aun me estremezco al ver este video)


5 de septiembre de 2008

Nieve en Kenia

El video lo dice todo:
















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2 de septiembre de 2008

Mircea, la Señora que guarda la entrada...

Una gatita saltó desde el peñasco internándose en la espesa niebla que cubria la garganta, creada milenios atrás en la falda del volcán. La gatita cayó en la cuenta de que todo estaba gris a su alrededor, y olfateó el aire, buscando la brisilla suave correr, y se dirigió en aquella dirección.
Era una extraña gata, cuyo pelamen era rojizo, un rojo ígneo, muy bonito y muy lacio, pero demasiado peculiar para tratarse de una gata de verdad...

Anduvo sigilosa entre la niebla, sorteando los helechos que se elevaban varios metros del suelo, entre los laurisivas y las rocas cubiertas de musgo. Aquel lugar parecía sacado de un cuento, si fuera real, no podría ser tan tenebroso... Pero la gata sabía bien lo que buscaba, y que allí lo encontraría.

Notó el cambio de presión, y la niebla clareó un poco, al ir descendiendo la garganta. La tierra era corrediza, arcillosa, en aquel lugar que tan pocas veces veía la luz directa del sol, pero con agilidad felina, fue descendiendo entre rocas y vegetación hasta dar con el circulo de piedras, al fondo del desfiladero.

Se trataba de un sitio muy silencioso, con aquel aire cargado, en el fondo de aquel lúgubre lugar, donde hacía tiempo que nadie se atrevía a ir. Y allí estaba ella, como le habían dicho que estaría.

- Hola Lyda de Lis, soy Mircea.- Dijo la mujer sentada en las rocas. Vestía una túnica gris que se confundía con la espesa niebla, y acariciaba con suavidad el musgo de las piedras en que se sentaba, disfrutando de su roce. Tenía el cabello gris también, muy largo, coronado con unas ramitas de laurisilva enrededadas, estaba descalza.

- Hola, Mircea, Señora que guarda la entrada. Venía buscándote.- Dijo la gatita roja.- Necesito que me ayudes. He de dar con aquel que habita el más allá, con el demonio que me ha robado lo que más añoro.

- Sé quién posee el alma de tu amante, Lyda, pero no será sencillo convencerle de que la libere... Aquel que vende su alma a un demonio, debe saber que la eternidad es un precio muy alto, a cambio de lo que ha pedido. Ten cuidado si estás planteándote cruzar esa puerta...