31 de octubre de 2012

Presentación en la web!

Hola a todas y todos!
Vengo contento a contaros que, después de casi una semana de intenso trabajo, he terminado la presentación para mi web!!
Creo que el mayor mérito está en que éste ha sido mi primer trabajo en FLASH, programa de la casa ADOBE ideal para presentaciones, intros, programas, juegos e incluso páginas web. Yo no llegaré a tanto, pero me vendrá genial para hacer presentaciones y algunas otras cosillas, como botones interactivos en la web, los mapas de mi Atlas Histórico... Todo llegará.
Llevo varias semanas leyendo y viendo tutoriales en internet. Adobe tiene sus propios tutoriales en su página, y gracias a ellos he aprendido a usar la herramienta. Por supuesto he seguido los tutos más básicos, pero creo que el resultado supera con creces mis expectativas, así que genial. En ella os presento mis últimos cuentos y algunas secciones de mi página, además de servir de barra de navegación. Probadlo!

Bueno, no creo que pueda insertar el código de la presentación aquí sin más, y que quede bien, así que os animo a pasaros por la web (www.modt.net o pinchando en la imagen) para ver el resultado!!



Y para que veáis la diferencia (y la falta que me hacia una intro decente) os dejo este enlace que lleva la antigua página de bienvenida: http://www.modt.net/exindex.htm

Mi próximo objetivo es, como indica el botón de la presentación, hacer otra que me sirva de "visita guiada", como ayuda para aquéllos que llegan nuevos a la web o andan un poco perdidos. Ya he empezado a hacerla, cuando la acabe la subo y la anunció aquí.

Saludos a tod@s y feliz día de los difuntos.
Que no os muerda ninguno.


PS: Si te gustó la presentación, o no, si cambiarías algo o la mejorarías, házmelo saber y dejame un comentario!!

24 de octubre de 2012

Vesorianos

Últimamente estoy con muchas cosas en la cabeza. Estoy viendo cómo cambiar la página de aspecto, actualizándome un poco esto de la tecnología. Estoy tratando de aprender de php y Flash. A ver si puedo hacer algo decente. Bueno, estoy en ello, es algo que va a tardar.
Por otro lado, sigo escribiendo La Habitación Número 11, del cual estoy pensando en cambiar el nombre por La Puerta Número 11. Tiene más sentido. Ya sabéis de qué proyecto os hablo, se trata de un hipercuento: elige tu propia aventura. Y ya me queda muy poco!! Editarlo ya va a ser otra cosa. Un hipercuento en PDF y en epub. A ver cómo me queda el invento.

En todo caso, hoy vengo a hablaros de los vesorianos, un pueblo que vivió en los Páramos de las Estrellas, el extenso desierto al norte del Mundo, en que siempre es de noche.
Ahí voy:


VESORIANOS

Cuando terminaron las Guerras de los Dioses, y éstos decidieron exiliarse en un Lado del Mundo, dejando el otro a los mortales, Dianae doto de vida a la mayoría de los mortales, pero gracias al tratado tras la Batalla del Juicio, Orloog, Dios de la Guerra podía dejar también descendencia en Mawol. Así, de entre otras criaturas a quien dotó de vida, estaban los vesorianos.

Éstos nacieron en uno de los Grandes Santuarios que los Dioses levantaran en Mawol, situado en algún lugar al norte de los Páramos de las Estrellas, el extenso desierto en que siempre es de noche, por donde nunca surcaba la luna. Los vesorianos eran hombres, pero eran diferentes a los demás linajes. Eran capaces de ver en la noche, pues en ella convivieron siempre, y la luz del sol los dañaba, como descubrirían en sus incursiones más allá de las montañas que delimitan el desierto. Se trataba de una raza que sólo vivía por y para la destrucción, su forma de vida era la guerra, y sus reinos jamás permanecieron en paz.

En el lugar donde se irguió el Gran Santuario del que provenían, se levantó una poderosa ciudad a la que llamaron Karah, la Ciudad Oscura. Fue muy prospera y muy poblada, y en ella siempre reinó el Ladrón de Almas, quien en algún momento del segundo milenio antes del calendario de los hombres del Viejo Mundo se hizo con el poder en todo el páramo nocturno.

El Ladrón de Almas vivió mucho tiempo, aunque otros le sucedieron, pues el título lo portaba el mismo que una espada, la Ladrona de Almas, que absorbía las almas de sus víctimas, dándole longevidad a su portador.

En torno al Siglo VI, antes del calendario del Viejo Mundo, el Ladrón de Almas decidió invadir las Tierras Orientales de Catai, y para ello debía cruzar las Montañas del Caos. Pero los elfos de Gelidén, junto a los Catones, quienes habitaban aquella región del Mundo, lograron detener su avance. Así, el Ladrón de Almas puso su mirada en el Viejo Mundo.

Los enanos, que dominaban las Montañas del Anochecer, viendo la amenaza que se cernía sobre sus reinos, decidieron regresar al interior de la montaña, sellando sus túneles para no regresar. Así, los vesorianos fueron capaces de dominar la cordillera, reuniendo a las tribus de pielesverdes que las habitaban. En aquellos momentos comenzó la Guerra de los Mil Años.

Aquel episodio fue glorioso para los vesorianos, al menos durante los siguientes siete siglos, hasta que los habitantes del Viejo Mundo se unieran para hacerles frente. Finalmente, la alianza de hombres, elfos y enanos, que regresaron a la superficie para combatirles, lograron expulsarles del Viejo Mundo, tras la Batalla de las Bestias, en el año 456.


La principal estrategia, y además la perdición, de los vesorianos era su visión nocturna, por eso se decía de ellos que habitaban la noche, momento que aprovechaban para atacar y saquear cuanto pudieran. Durante la Guerra de los Mil Años los vesorianos, bajo el mando del Ladrón de Almas, conquistaron de este modo grandiosas ciudades, tanto de los elfos como de los hombres, como la Torre de Lanthas (-15), Oslinath (12), Aluadinia (52) o Torres Mirdan (181). El Ladrón de Almas instauró un régimen en que sus ejércitos quedaban divididos en dos grandes facciones: la Guardia Nocturna y la Guardia Diurna. Los primeros eran los que combatían en el frente, saqueando y devorando; y los segundos eran los que defendían los territorios ya conquistados. Con ellos lucharon tanto pielesverdes, como bestias, alimañas u otros hombres, como los vikingos, y durante ese periodo fueron todos conocidos como las bestias.

Los vesorianos tuvieron su propio Panteón de Dioses, pero sobre todos ellos predominaba Vesores, de donde obtienen el nombre, Dios de la Guerra, como su padre Orloog.

Tras aquello el Ladrón de Almas desapareció, y con él la espada, así que los Páramos de las Estrellas se sumieron en un profundo caos que duró hasta el fin de sus días. Se sabe de ellos que participaron en las Guerras de la Luna, al menos en la primera y en la segunda, formando las legiones que los Demonios Resentidos reclutaron para invadir el Viejo Mundo.

Los vesorianos se dividieron en diferentes linajes, pero todos habitaron principalmente los Páramos de las Estrellas durante toda su historia.








19 de octubre de 2012

La Habitación Número 11: El Mercado

En la Ciudad del Reo no existe el dinero. Allí el bien más valioso es el agua, la cual se obtiene de los diferentes pozos que hay en la ciudad, si no llueve... Y la que no te bebas, la puedes intercambiar por cosas. Sí, el agua es la moneda de cambio. Y el mejor lugar donde gastar tu agua es el Mercado. Un lugar que está en ebullición las 24 horas del día, y donde las bandas o individuos venden lo que tienen. En el hipercuento que estoy escribiendo, La Habitación Número 11, los lectores/jugadores comienzan con una botella llena, y tendrán la oportunidad de ir al mercado a comprar cosas con ella. He aquí el fragmento en cuestión, para qué veáis qué juego da esta "variable" en esta historia en hipertexto.



En esta ciudad el que busca algo lo encuentra en el mercado. Es un centro que siempre está activo, donde impera la libre compra-venta. Allí todos intercambian agua por diversos artículos, y si necesitas algo, lo debes ir a buscar allí. Es un sitio que hasta te alegra. Has paseado estos días por ahí un par de veces. En una ocasión te compraste algo de comer, y poco más. Pero tal vez sea el momento de ir a gastar el agua que llevas en esa botella.

La llegada al mercado es habitualmente calurosa, y esta mañana los juglares se despliegan por toda la plaza, junto al muelle, contando historias o haciendo juegos de malabares. Ves un grupo a un lado que está representando una obra de teatro improvisada, enfrascados en algún argumento que hace reír al público. Tú te acercas, curios@, y ves que en efecto se trata de alguna comedia. Alrededor hay un montón de niños sentados, además de unos cuantos adultos. A ti la obra te da un poco igual así que te dispones a internarte entre las tiendas, cuando aparece un muchacho vestido con harapos.

- ¿Te interesa este juego de malabares?- Te pregunta interponiéndose a tu paso.

Tú sonríes.- Ahora no, gracias.

- Son los mejores. Hechas por la Compañía del Viejo Pitt.

- No, de verdad. Gracias.- Tratas de quitártelo de encima y vas hacia los puestos del mercado.

- Están perfectamente equilibrados.- Y delante de ti comienza a hacer un juego de malabares precioso. Son cuatro bolas de diferentes colores, que lanza muy alto para impresionarte. Lo hace realmente bien.

Tú le sonríes, y aprovechas que está con los malabares para escabullirte de él, que pierde la concentración y se le caen todas al suelo. Te internas entre las tiendas, y como antes, te impresionas con ese lugar. Los puestos se amontonan formando un laberinto. No son más que tiendas montadas con enormes palos y lonas, atendidas por diferentes personajes, a cada cual más pintoresco. En el centro, donde una vez debió haber un árbol coronando la plaza, ahora hay un inmenso tronco hueco, al que han colocado una gran carpa, aprovechando sus ramas secas. Es el puesto más grande del mercado, atendido por los sarracenos. Allí venden comida, y otras cosas. Puedes encontrar carne o verdura fresca para llevarte al estómago. Mientras caminas, ves muchas tiendas, siguiendo el recorrido del laberinto. Hay mucho bullicio, y gente por todas partes. Te preguntas cómo demonios puede haber tanta agua para tanta gente. No comprendes en absoluto el sistema que gobierna esta ciudad, pero parece que funciona de alguna manera.

Pasas junto a un puesto donde te detiene un monje. Lleva la cabeza rapada, con escaso pelo en forma de coronilla, y una túnica marrón que le cubre de hombros a pies.

- Chic@, ¿te interesa algo de lo que podemos ofrecerte?- Y con una reverencia te toma y te lleva a su puesto. Allí hay tres monjes más, todos atentos a ver qué te llevas. Tú te sientes un poco en el compromiso, pero de momento estás sólo pensando y mirando qué llevarte. Pero esa tienda es impresionante. Los monjes tienen una gran mesa con diferentes artilugios. Ves un libro abierto en el centro, con algunos pergaminos al lado. Tienen unos cuantos tinteros a la venta, junto a tres plumas. Además, tienen unas varitas que deben ser incienso, entonces comprendes el olor que hay allí.

- Podrías llevarte un mapa de la ciudad.- Te dice uno de los monjes. Todos están expectantes, a tu respuesta. No deben vender mucho.

- Ahora no, gracias.- Ves que todos fruncen el ceño, algo defraudados. Casi hasta te dan pena.- Pero gracias.- Repites.

- También tenemos pluma y papel.

- Nuestra tinta es la mejor de toda la ciudad.- Interrumpe otro de los que está sentado.

- Sólo te costará pinta y media.- Añade otro. Realmente quieren hacer la venta.

- Gracias, de verdad, pero de momento no estoy interesado.- Realmente con eso del mapa ha aflorado tu curiosidad, pero de momento prefieres esperar.

Te marchas del puesto, con los pobres monjes apenados, o enfurecidos. No lo sabes bien. Continúas por la calle formada por los puestos, y ves que hay varios donde venden pescado. Huele bastante mal, pero no te queda otra que pasar por ahí. Llegas a un puesto donde venden fruta, y algo de verdura. Te detienes un segundo, vas a tomar un melocotón, y te das cuenta de que está podrido. Retiras la mano y sigues tu paso. Dejas varios puestos de largo, donde venden desde velas, herraduras, utensilios de cocina viejos o armas, hasta infusiones. Hay un puesto donde te ofrecen entradas para el teatro, otro a tu izquierda en que un sarraceno te ofrece trigo, entre otras cosas. Podrían ser especias. Todos ellos están atendidos por gente muy dispar. Algunos son sarracenos, otros negros, algunos juglares o gente cualquiera. Hay un puesto donde hasta te venden carne a la brasa. Huele delicioso. Tienen ahí montado el fogón, y la van haciendo mientras venden. De dónde sacan la carne es algo que merece tu intriga.

Al girar en una encrucijada, te ves de frente con un puesto de inquisidores. Atienden cinco, uno de ellos, que lleva una cresta de color amarillo en el yelmo, parece que hace cuentas, pero no se aclara. Le ves maldecir, mientras se te acerca uno al verte mirar.

- ¿Quieres algo de este puesto, muchach@?- Te dice un poco rudo.

Tú observas el panorama. Venden armas, tienen espadas y algunas lanzas. Además hay un puñado de cuerdas en el suelo, que deben estar a la venta también. Hay dos escudos, y una enorme armadura.

- No me vendría mal un arma.- Respondes.

- Tengo una espada por jarra y media pinta. Es suficientemente larga para tu brazo.- Se queda mirándolo, haciendo cálculos.

Es mucho para lo que llevas, aunque te la puedes permitir prefieres continuar tu camino. Así que te disculpas y sigues. El inquisidor, que lleva todo su equipo de guerra, casi te da un golpe, pero tú te largas de ahí antes de ello. Así, llegas de lleno a la plazuela que forman los puestos rodeando la carpa de los sarracenos. Alrededor queda todo un pasillo, donde hay gente amontonada comprando. Y en el centro se eleva el fuerte árbol, manteniendo la enorme tienda en pie. Allí venden comida, verdura sobre todo, pero tienen pescado, y algo de carne que parece fresca. Tienen peras, más trigo y algo que parece leche. Tienen hasta huevos. Quedas realmente impresionad@, aunque lo cierto es que la mayoría de verdura o carne está en un estado bastante deprimente. Te acercas a un lado y tomas un frasco del líquido blanco. ¿De dónde la sacarán?

- ¿La quieres? ¿Cuánta? Va al doble de agua.- Te dice una de las personas que atiende.

- ¿De qué es?- Estás seguro de que en esa ciudad no tienen ganado.

- Es de camella.- Te responde. Es una chica joven muy fea, embarazada, y está atareada.- ¿La quieres o no?- Su acento es como el de los demás sarracenos, que no te termina de gustar.

- No gracias.- Le dices, y dejas el frasco de leche. Después te das la vuelta y te apartas. Sigues rodeando el puesto, hasta que te alejas un poco. No te decides qué es lo que te conviene más, y sin darte cuenta sigues las callejuelas del Mercado hacia la salida. ¿Qué te llevas? Entonces de pronto te ves de frente en un puesto un poco oscuro. Está en una esquina, y es muy pequeño. La lona que lo conforma es de color negro, y en su interior no hay más que una vieja. Está tapada por una túnica con capucha del mismo color. Además, te está mirando.

Tú, embobad@, caminas hacia ella hasta plantarte frente a su puesto. Tiene una pequeña mesa con algunas barajas del tarot, además tiene unos dados, algunos cubiletes, y tras ella, un cofre. Sobre la mesa, frente a la anciana, hay un tapete granate y mugriento, donde debe echar las cartas.

- ¿Qué quieres muchach@?- Te dice con voz decrépita. Casi no la oyes entre el barullo, así que te acercas más.

- En realidad sólo quería mirar.- Le respondes amablemente.

- ¡Pues a mirar vete a otro lado!- Te grita enfurecida.

- No, yo no pretendía…- Balbuceas.

- Si quieres llévate una baraja, o un juego de dados, y después vete.

Tú, que hasta te ofendes, te das media vuelta y te largas de allí sin despedirte. Caminas unos pasos más, hasta que te detienes ahí en medio de la gente y los puestos. Es el momento de decidirte, tienes agua que para gastar. Aunque no te vendría mal bebértela…





Tienes una botella llena de agua, que equivale a jarra y media (o a tres pintas). Con ella puedes comprar una, varias cosas o ninguna. Las opciones se presentan a continuación. Recuerda después la cantidad de agua que te queda y los artículos que compres en el Mercado, puedes tener que utilizarlos. No es mala idea tampoco que te quedes algo de agua, al fin y al cabo tendrás que beber…


Juego de malabares. Podrías buscar al juglar, para comprarle esos malabares. Te divertirías un rato. Tal vez hasta se te den bien. No serán caros, seguro que se los sacas por seis tragos (media pinta).

Mapa. Un mapa de la ciudad te costará una pinta, lo equivalente a un tercio de tu agua.

Pluma y papel. Podrías comprar a los monjes material para escribir. Te costará pinta y media, esto es, poco más de un tercio de tu agua.

Espada. La idea de la espada te atrae, pero es cara. Te costará casi tu botella entera, te quedaría sólo media pinta.

Cuerda. Los inquisidores podrían venderte una cuerda. Te va a costar una pinta, es decir un tercio de los que llevas.

Comida. Comer no te vendrá mal. Estos días has subsistido como has podido, y si quieres sobrevivir debes comer. Aunque te da una rabia gastar en comida… Podrías hacerte con algo de verdura por una pinta, es decir, un tercio de tu agua.

Leche de camella. La leche de camella te cuesta el doble de lo que le des en agua, es decir, si le das tu botella entera, obtendrías media botella de leche.

Juego de cartas. Siempre puedes volver a la vieja esa y comprarle la baraja. Te la puede vender por seis tragos (media pinta).




Como decía, éste es un fragmento de La Habitación Número 11, un hipercuento ambientado en la Ciudad del Reo en que tú eliges tu propia aventura. Si pasas por el mercado, puedes comprar alguno de estos artículos, que es posible que uses más adelante en tu lectura/juego. 
Estoy terminando una primera versión BETA de La Habitación Número 11, que espero divulgar pronto por las redes en formato PDF, ePUB y a lo mejor también en versión web, aunque esto último aun no lo sé. Así que estad atentos!! Os iré informando. Si alguien está interesado en probar esta versión BETA sólo tiene que dejarme aquí un comentario (o ponerse en contacto conmigo) para tenerle en cuenta como "probador", así se lo envío (gratis) cuando lo tenga.

Hasta pronto!


9 de octubre de 2012

Crónicas de Erehländ, La Reina Oscura.

Hola a tod@s!!

Hoy vengo a traeros una gran noticia: voy a hablaros de la reciente publicación de una buena amiga mía, Cristina Puig.
El título en cuestión es Crónicas de Erehländ, La Reina Oscura.


Álex, cuyo hermano ha quedado en estado de coma tras una grave enfermedad, se verá arrastrado por un siniestro personaje hacia un mundo fantástico. Allí deberá averiguar si su hermano se encuentra retenido por la Reina Oscura. Para ello se enfrentará a peligros insospechados con la ayuda de unos compañeros maravillosos, aunque algo peculiares.
A menudo tendrá ganas de abandonar el difícil camino de esa aventura.... Pero Álex será el primer sorprendido al encontrarse con que una criatura ancestral le ha transmitido su poder, se verá confundido con el hijo de un rey y deberá cumplir la Profecía para salvar los Reinos de Erehländ.
¿Conseguirá salvar a su hermano Max y regresar a su hogar?



La novela fue publicada en septiembre (así que aun está calentita), pero yo llevo escuchando a Cris hablar de revisarla, cambiar aquello o reescribir lo otro desde hace un par de años, jajaja. Supongo que así se hacen bien las cosas. Es la parte que más me cuesta a mí.
Ella tuvo la suerte de que Kelonia Editorial se interesara por su novela (o fue al revés??), y tras mucho tiempo preparándola, por fin ha salido a la luz. Y creo que han hecho un gran trabajo. La edición es preciosa, podéis descargar el primer capítlo aquí para verlo.

Pero lo que me enorgullece más de este trabajo, es que Cris me pidiera ayuda con el mapa. Y bueno, le hice un buen boceto que después la editorial terminó, así que parte de su autoría puedo atribuírmela, con mucho honor!! Cris, me encanta haber participado en tu proyecto. Tengo unas ganas de tenerlo en las manos! ains ains
Éste es el mapa de las Islas de Erheländ, los que conozcan mi Atlas Histórico verán que tiene mi estilo total. 
Un verdadero honor para mí, Cris!



Aquí os dejo la ficha técnica:

Fecha de salida: 28 de septiembre
Crónicas de Erehländ. La Reina Oscura.
Cristina Puig Argente

Colección: Kelonia Joven (a la venta aquí!!!)
Páginas: 158
ISBN: 978-84-939945-4-9
Portada: Esther Sanz
Ilustraciones de interior: David Agundo Álvarez y Cristina Puig
Presentación: Victoria Álvarez
PVP: 11,95 €
Primer capítulo online: ADELANTO
Página de la novela: Crónicas de Erehländ
Página de la autora: Cristina Puig


Muchísisisisisima suerte Cris!!  Seguro que va a ir bien en ventas!
Yo me muero por leerloooo!!! jeje