El pasado 25 de abril se publicó el descubrimiento de un planeta muy similar a nuestra Tierra, al que han llamado Gliese 581c.
El planeta orbita alrededor de una estrella más pequeña y fría que nuestro Sol, y que se encuentra a unos 20'5 años luz del centro de la Vía Láctea, en dirección a la constelación de Libra, por lo que se tardaría unos 40 años en llegar hasta él.
Se trata de un planeta rocoso que tiene un radio una vez y media mayor que el de la Tierra, y su masa es 5 veces superior, con lo que la fuerza de la gravedad aumenta hasta poco más del doble en su superficie, respecto a la de aquí. Este planeta tarda 13 días en completar una vuelta alrededor de su estrella, y se encuentra 14 veces más cerca de ella que la Tierra del Sol. Su temperatura oscila entre 0ºC y 40ºC, y los científicos dicen que se encuentra en la zona habitable del sistema planetario...
¿Qué significa todo esto? Bueno, esto quiere decir que por sus características de proximidad a su sol, es posible encontrar en el planeta agua en estado líquido, medio donde se puede haber desarrollado vida, como sucedió aquí.
Esto aun no ha ocurrido, es decir, aun no hay evidencia de que haya agua líquida, y mucho menos de que haya vida, pero esto es algo donde futuras misiones podrían aportarnos datos reveladores...
Bueno, se saben más cosas de este planeta. De momento es el más pequeño de todos los planetas descubiertos más allá de nuestro sistema solar, y se ha especulado que podría estar recubierto por un océano. El sistema planetario en que se encuentra gira en torno a una estrella cinco veces más pequeña que el Sol, una Enana Roja, cuyo nombre es Gliese 581. Esta estrella es, además, una de las 100 más ceranas a nosotros.
Ya se había descubierto un planeta mucho mayor orbitándola, un gigante gaseoso similar a Neptuno (con 15 veces la masa de la Tierra), que tarda en dar una vuelta completa alrededor de la estrella 5'4 días. Además, hay fuertes evidencias de la existencia de un tercer planeta que tendría 8 veces la masa de la Tierra.
Este descubrimiento ha sido posible gracias a los telescopios de la ESO (European Southern Observatory), siatuados en La Silla, en el desierto de Atacama, Chile.
Creo que me he extendido demasiado, y aun así, me dejo cosas por contaros.
Con todo esto me gustaría daros a pensar un poco. Encontrar un planeta así, tan parecido al nuestro, significa que la probabilidad de que exista vida extraterreste ha aumentado de golpe muchísimo. Pero un momento, no vayamos tan deprisa... Esperemos a encontrarla para dar saltos.
El hecho de que sea el planeta más pequeño de los que se han descubierto hasta ahora, me da a pensar que hay muchísimos que son aun más pequeños (y a esta escala, la palabra muchísimos no expresa la realidad de su término). Si se ha encontrado este planeta, de estas características, en la zona habitable de una estrella, significa que en un futuro (próximo, espero), encontraremos aun más, y más, y más... Esto es realmente el comienzo.
Esto es como cuando Colón, dos días antes de llegar a América, divisó pájaros sobrevolando las tres naves... Quiero decir, aun hay que llegar a esa tierra, explorarla, y darnos cuenta de la inmensidad que nos queda por descubrir...
Para mí, la cuestión, ahora, sería si vamos a engullir esos planetas como hicimos con América y sus nativos, porque no nos engañemos, el ser humano es así...
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