14 de febrero de 2017

Los Pendientes de la Reina


Hoy he caminado entre las fucsias, embriagado con sus aromas y coloridos, como si andar fuera un trámite, como si no existiera ni el suelo ni el horizonte difuminado del bosque. He paseado aletargado, deseando que la ensoñación no terminara, sin darme cuenta de que el bosque me estaba atrapando. Sus criaturas me guiaban hacia un lugar acomodado entre las flores, engañándome con su dulzura, dispersando todo raciocinio de mi mente. 
Entrar en el Bosque de Fucsias ha sido la última y más placentera cosa que he hecho en mi vida, y la repetiría por tantas vidas tuviera que vivir y abandonar.


He de contaros que acabo de regresar del sur de Chile, un viaje precioso que me ha llevado a Valdivia, el Lago Llanquihue y la Isla de Chiloé. Del viaje me han maravillado muchas cosas, como los Castillos del Fin del Mundo; el Volcán Osorno; y la isla mágica; pero lo que más ha despertado mi yo creativo, lo que ha despertado al Chris escritor que lucha por no dormirse, han sido los pendientes de la reina. Ya os he hablado de Odín, la Bruja Bella (específicamente aquí, pero también aquí y aquí), uno de los personajes de las Crónicas de la Guerra de los Mil Años, uno de sus personajes protagonistas, de hecho, y a pesar de que la guerra durará un milenio. ¿Por qué? Pues porque Odín utilizaba los pendientes de la reina para ser la mujer más hermosa y longeva de la Tierra de Anne. Se trataba de unas florecillas, las fucsias, que ella había hechizado, y que al colgárselas, le dotaban de belleza extrema, y la hacían inmortal. Odín nació en el año -516 (Calendario Occidental) y vivió hasta después de que acabara la guerra (después del S. V). Su obsesión fue tal, que su rastro quedó en varios sitios en la forma de estas florecillas. En el Siglo -V vivió en la Torre de Ihren, al norte de las Montañas del Anochecer, y en los lindes del Bosque de las Bestias ordenó plantar incontables plantitas de fucsias, para abastecerse de sus pendientes encantados. En -397 la torre es conquistada por las bestias (cuando pasaría a llamarse la Torre de Gorloth), y el Ladrón de Almas, al ver el potencial de la bruja demonologista, le permite vivir. De hecho, Odín se convierte en una pieza clave para la conquista de los vesorianos sobre la Tierra de Anne. El Ladrón de Almas la recluiría después en la Torre Invisible, que se haya donde los afluentes del río largo se unen en el centro de la Tierra de Anne. Ella, en su obsesión por las flores, comienza a plantar en la zona, y es ahí donde nace el Bosque de Fuxias. [Ojo: hasta este momento en la cartografía de la Tierra Anne este bosque aparece como "El Bosque de las Brujas", pero considero que dada la historia, y la naturaleza de la planta, a partir de este momento se llamará "El Bosque de Fucsias".]  La historia de Odín es larga y continúa, ella participaría en importantes batallas a lo largo de la Guerra de los Mil Años, como en la Batalla de las Almas, donde fue capturada la ciudad de Lanthas (año -15) y en la Batalla de Aluadinia (año 52) donde fue invocado Fannygorn, el Supremo, por vez primera. Así, será un personaje recurrente a lo largo de las Crónicas de la Guerra de los Mil Años. Aparece al menos en 4 de ellas: en La Torre; en El Creador de Mundos; en El Libro de las Bestias; y en La Batalla de las Bestias. Así, aunque aún no sé bien cómo acaba su historia, el Bosque de Fucsias mantendría su esencia para siempre, pues ella lo crearía durante todo ese tiempo. En él, las plantas de fucsias crecen silvestres, haciendo frondoso un bosque de ensoñación, que parece hermoso, pero en realidad es terrorífico, hogar de duendes y demonios, refugio de brujas y hechiceras.

Pincha en este mapa para situar el Bosque de las Bestias y el Bosque de Fucsias,
donde crecerían por doquier estas flores tras el paso de Odín.


A toda esta historia no añado nada nuevo ahora, salvo el nombre del bosque, y que éste fue creado por ella durante la Guerra de los Mil Años, pues hasta ahora pensaba que simplemente ella había llegado en esa época al bosque. Es una historia que pensé/escribí entre 2011 y 2012 (aún inconclusa), pero que ha vuelto a mis pensamientos por haber visto tantas fucsias estos días. Y aquí viene la reflexión que os quería traer, y mi maravilla de estos días. Resulta que yo conocí esa planta en 2011 en Tenerife (España) donde solo crece de forma artificial, en maceta. Jamás pude imaginarme esa flor silvestre. Siempre la vi en una plantita diminuta, muy bonita, ornamental. Imaginad mi sorpresa estos días cuando comienzo a verla silvestre por aquí! Y es que es originaria del sur de Chile... Me ha impresionado muchísimo. He podido verla en su esencia pura, natural, como crecería en el Bosque de Fucsias. Me he sentido caminando entre ellas, en un frondoso bosque de fucsias, helechos y arrayanes, embriagado por sus aromas y coloridos, paseando junto a odín por su reino de terror y maldad. Me ha maravillado viajar hasta allí. Y al llegar, necesitaba compartirlo con vosotr@s.

Espero que os haya gustado esta experiencia, y que os haya gustado la historia del Bosque de Fucsias, que en él perdure siempre la esencia de Odín, la Bruja Bella.


Nota: todas las fotos de esta entrada han sido tomadas por mí o mi prima Su a orillas del Lago Llanquihue, sur de Chile.




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