8 de junio de 2009

La Voz del Demonio II

Continua de: La Voz del Demonio I


(...)


Lyda, acudo a ti porque ambos tenemos un anhelo por conseguir, porque los dos queremos algo prohibido. Algo inaccesible.- La voz calló un segundo, para continuar.- Esa impotencia, es lo que nos une, Lyda de Lis…- A medida que Lyda fue formulando sus interrogantes en su cabeza, el demonio los fue respondiendo. La voz le aterraba, pero al mismo tiempo no le amenazaba. El miedo nunca desapareció, pero cada palabra que escuchaba en la oscuridad le acercaba más a la feroz criatura. - Lyda, yo puedo hacer que logres cualquier deseo. Mi alimento es mi secreto, mi codicia los anhelos mortales, mi conexión con el mundo la impotencia de las personas… Si me ayudas, yo puedo ayudarte. Cumplir el mayor deseo de un cualquiera siempre es tarea sencilla para mí, y el precio siempre es alto. En tu caso, Lyda, necesito de ti más de lo que cualquier otro podría darme…- Lyda no puedo evitar sentirse intrigada, y él lo supo.- Yo te ofrezco la eternidad con él. Y a cambio sólo has de liberarme de mis necesidades… El guerrero que te espera en forma de piedra, ya hizo un pacto conmigo. En mi mano está liberarlo. Sólo has de hacer cuanto necesito de ti.- Lyda dejó escapar en su mente un pensamiento arriesgado.- Debes liberarme en el mundo, Lyda. Debes hallar la forma de traerme a tu mundo. Cuando esté ahí, podré hacer que estés con el guerrero de las montañas altas para siempre. En mi mano está liberarlo. Y en tu mano liberarme a mí. Cumple esta promesa, y yo cumpliré con mi parte…

Ambas mentes permanecieron un instante infinito en silencio, negociando, calculando consecuencias, aceptando y rechazando deseos incontrolables, hasta que Lyda formuló un pensamiento en positivo. Aquello selló el trato en la bruja y el demonio. Sólo tenía que lograr invocarlo en el mundo, y podría estar con el guerrero al que ya amaba, tanto, como para firmar sobre su vida con el demonio…

Sellado el trato, la voz no volvió a sonar en su mente… Entonces la vela se encendió, devolviendo la luz a la estancia. Lyda se encontró tendida en la cama, sudando y bien despierta. Aquella noche no volvería a dormir. Todo había sido real, o no. En sueños o en la realidad, había hecho un trato con el demonio que pensaba cumplir. Se levantó de la cama y caminó hasta la vela. Se quedó observándola un rato, largos minutos que se consumieron como la cera, desvaneciéndose en el aire. De pronto, lanzó un soplido que lo dejó todo a oscuras. Regresó a la cama y quedó pensativa, hasta que las primeras luces del alba, horas después, aparecieran en su bosque, en su casa, y en su vida… Nada sería igual desde aquella noche.


La Voz del Demonio
Lyda de Lis. Historia de una Estatua de Piedra
Darka Treake

2 comentarios:

Lyda de Lost dijo...

Me da miedo saber como sigue ésto...

Pero me está encantando, en serio. No se como Lyda los tiene tan bien puestos... será cosa del amor!

Estoy enganchada, esto es peor que Lost!!

Favole dijo...

Comparto la opinión de Lydia. Me encanta la historia. Eres una de las pocas personas que conozco que escribe muy buenas historias de fantasía. Estás hecho para esto :)
Sigue así, ¿va?

Ya falta poco para verte... ¡Qué ganas!


Cuídaos muuuucho los dos y un beso muy grande a ambos:


M.

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