21 de noviembre de 2009

El CuentaCuentos: Y cuando dio comienzo, aquel pequeño personaje dejó caer su caña mientras él colgaba de la luna.

Y cuando dio comienzo, aquel pequeño personaje dejó caer su caña mientras él colgaba de la luna. ¡Qué casualidad que fue a pescar al Trapecista Estelar! Cuando éste pobre caía y caía por el universo, nuestro pequeño personaje fue a pescarle desde su luna. Ambos se sorprendieron el uno al otro, y allí recostados sobre la luna, charlaron durante horas y horas.

- ¿Quién eres?- Le preguntó nuestro personaje.

- Soy el Trapecista Estelar.- Le contestó éste muy orgulloso.

- Sí, he oído mucho de ti. Tu fama te precede, Trapecista Estelar.

- Me halagas, Pescador.

- ¿Cómo sabes que soy Pescador?- Le preguntó intrigado nuestro pequeño personaje.

- He conocido a otros como tú. Pescadores Lunares os llaman en algunos sitios, o simplemente Pescadores.

- Ah… ¿Y cómo has llegado a quedar enganchado en mi anzuelo, Trapecista? ¿Cómo es que no cuelgas de estrella en estrella, deleitándonos con tu danzar por el universo?

- Pobre de mí…- Se apenó el Trapecista Estelar.- Andaba yo de estrella en estrella, agarrándome con maña, ¡no! Con gran estilo, diría yo. Hasta que una de ellas se cayó.

Nuestro pequeño personaje se extrañó y puso cara de bobo.

- Sí,- Continuó el Trapecista.- estaba suelta. A menudo ocurre, que algunas estrellas no están fijas en el firmamento. Suelen reconocerse porque su luz se apaga, hasta que desaparecen, o algún tonto como yo las arranca, claro.

- ¿Y te la has llevado contigo?- Se intrigó el Pescador Lunar.

- ¿Y qué remedio? En cuanto la agarré, supe que me había equivocado. Llegué con una gran pirueta, desde la gran Sirius hasta ella, y ambos nos caímos del cielo.

- ¿Puedo verla..?

- No sé si podrás verla.- Comentó el Trapecista Estelar.- Es muy pequeña, y poco luminosa. Además, está por amanecer, y como sabes, las estrellas no se dejan ver cuando luce el sol, la mayor de todas ellas.

- No es que no se dejen ver,- Le corrigió nuestro pequeño personaje.- es que el sol, celoso por la belleza de las estrellas, no les permite lucirse, y ciega a los mortales con su blanca luz.

- ¿Cómo sabes tal cosa?

- Pues porque, Trapecista Estelar, tu vives en la noche, huyendo del sol, danzando de estrella en estrella, y jamás esperas a que el sol aparezca en el cielo.

- Claro que no. ¡Si me quedara colgado de él hasta el anochecer, me abrasaría las manos!- Se alteró el Trapecista.

- Entiendo…- Ambos callaron, hasta que nuestro pequeño personaje se sintió intrigado.- ¿Podría verla?

- Podríamos intentarlo. Ya está amaneciendo...

- ¿Dónde la llevas?

- Aquí, en el bolsillo de mi pantalón.- Y el Trapecista Estelar se llevó la mano al bolsillo.

A nuestro pequeño personaje, un Pescador Lunar que siempre ansiaba con tocar una estrella, que se consolaba con mirarlas desde su luna por las noches, se le aceleró el pulso. Él siempre estaba ahí, recostado en su luna, con la caña dispuesta a pescar una presa que llevarse al estómago, pero siempre había soñado con pescar una estrella. ¡Y por fin iba a ver una de cerca!

El Trapecista Estelar sacó entonces la estrella de su bolsillo. Era diminuta, y le cabía en la palma de la mano abierta. La pequeña, brillaba con una tenue luz que amenazaba con menguar hasta desaparecer. La pobre estaba muriendo.

- Toma, es para ti. Yo estoy cansado de llevármelas sin querer.

- ¿En serio?

Y se la dio. Ésta titiló unos instantes al entrar en contacto con nuestro pequeño Pescador, y entonces en el horizonte del mundo brotaron los primeros brillos del sol. Poco a poco, con nuestro personaje maravillado, el cielo se fue iluminando, y la diminuta estrella desapareciendo…



Para conocer las presas de otros Pescadores Lunares...

7 comentarios:

Maat dijo...

Me regalas una estrella a mi también?

Un beso

Cristina Puig dijo...

Que bueno Chris, los personajes son muy muy originales y la historia. Me encantó.

Un besote!
Cris
(que pena q no vinieras a la presentación:( al final me engancharon para entregar los trofeos y pude hacerme una foto con Alex yo sola jeje ;)Ya te contaré...

Anonymous dijo...

Ala! que bonito! me molap! Que pena que desaparezca...

Juaz,¿Quién te regalaría el Principito..?! Si es que...cómo ibas a estar sin esa obra? Mushasho!...

jajajaja

El Cuentacuentos dijo...

Estimada Darka Treake, esta semana tu historia ha sido seleccionada para representar a todos los cuentacuentos. Por lo tanto, vengo a informarte de que permanecerá una semana en nuestra página principal a disposición de los demás para que la disfruten.
Enhorabuena por el trabajo, nos halaga que escribáis tan bien y con nosotros.

Un abrazo, el SDLH

*Sechat* dijo...

¡Con razón te ha elegido El Cuentacuentos como la historia de la semana! Precioso cuento. Un abrazo.

Anonymous dijo...

SuperFelicidadeeeeeeeeeeeeeessss!!!
La verdad es que no me sorprende en absoluto :)

Bien merecido que te lo mereces, es precioso!

Abrazo desde L.G.


Ly!

Iskandar dijo...

Señor Darka, el mundo de la ensoñación es tuyo. Gracias por ser tú el pescador, y rescatarnos de tus fantasías, estas pequeñas perlas que llaman cuentos. ;)

¡Un abrazo crack!

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