3 de enero de 2010

Sin vuelta atrás...

Ya no había vuelta atrás. La puerta estaba abierta frente a él, y las campanadas tronando en sus oidos, ya seducidos... El otro lado del umbral estaba oscuro, completamente oscuro, como si el destino no quisiera mostrar nada de lo que le aguardaba. Pero eso ya daba igual, era lo que menos importaba, porque la decisión estaba tomada. Irremediablemente, no había vuelta atrás. Ya había caído, aunque aun no había cruzado el umbral, por mucho que se resistiera, ya estaba al otro lado.
Dio un paso, tentó a su valor, y se acercó a la entrada, o a la salida, o a lo que quisiera ser esa puerta y lo que quedaba al otro lado. Estaba justo delante, de pie, con las campanadas en sus oidos, y entonces introdujo una mano. Una vez al otro lado del umbral, del que no se veía nada, sintió el cambio de temperatura. Aquello que hubiese más allá, era más cálido y acogedor.
Fue a dar otro paso, y el mpulso le hizo temblar, sin decidirse. Fue una sensación extraña, cuando vas a lanzarte al vacío, sin saber si te harás daño. Lo desconocido era la peor parte de aquella maravilla, el silencio entre campanada y campanada...
Pero sin escucharlo, sin decidirse, sin poder evitarlo, sin vuelta atrás, caminó cruzando el umbral. Su cuerpo se perdió en la oscuridad al otro lado, y ya nada más pudimos ver de qué era de él. Lo que si es de esperar, es que al menos él supiera lo que le ocurría...

2 comentarios:

Maat dijo...

¿La curiosidad mató al gato?

Un besote :)

Iskandar dijo...

Muy bueno Sr. Darka o Dr. Darka, el villano de Tenerife. Este estilo tuyo me gusta mucho,el miesterioso y confuso... aunque también el estilo fantástico épico, no sabría cual escoger...¿pero por qué escoger pudiendo tener los dos? ;)

Un abrazo crack.

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