10 de diciembre de 2010

Los Pendientes de la Reina


Cuentan que en un palacio encantado vivía una Reina muy fea muy fea. Y por ello, la Reina estaba muy muy triste. Pero un buen día, un mercader se acercó hasta el palacio encantado y le ofreció una planta que, según decía, era mágica. Con ella, sería la mujer más hermosa de todo su Reino. Ella intrigada, le compró la planta mágica al mercader. Desde entonces, dicen, la Reina fue la mujer más bella de aquellas tierras. Al amanecer siempre estaba radiante, pero al atardecer siempre se recogía pronto, y jamás por la noche se dejaba ver. Siempre vestía con las mismas joyas, unos pendientes en forma de bellas flores rosas con largos pistilos y estambres. Al parecer, cada mañana la Reina arrancaba dos flores de su planta mágica, que usaba de pendientes para ese día, y así, su belleza brillaba mientras vivieran las flores. Por ello, siempre debía retirarse al atardecer, pues era cuando éstas marchitaban...




Este es un cuentito corto que le conté a Gemita cuando le regalé la planta por su cumple. 
Para no olvidarlo, os lo dejo aquí!!
Ha sido enviado además, como colaboración a la 
para el número 9, cuyo plazo termina hoy.
Ya os contaré si resultó elegido!



1 comentarios:

José Luis Trujillo González dijo...

Me ha encantado encontrar este blog. Veo que eres un apasionado/a de Tolkien y pareces haber leido el Silmarillion. Un saludo y sigue escribiendo

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