8 de mayo de 2015

Las Reglas del Worldbuilding

Como sabéis, estoy trabajando en el Taller de Literatura Fantástica: Construcción de Mundos, para la Escuela de Formación de Escritores, y que tendré listo a lo largo de este mes, para que dé comienzo.
Entre los contenidos del taller, estoy trabajando en un manual y en una Biblia del Mundo Secundario. Ya os hablaré de ella más adelante. Ahora quiero presetaros las que considero las Reglas del Worldbuilding, es decir, las consideraciones generales que debemos tener presentes en a lo largo del proceso de construcción de nuestro Mundo imaginario.


(Imagen extraída del blog de Veronica Sicoe)


Un Mundo ilimitado
Los límites de un Mundo Secundario son virtualmente infinitos, puesto que los marca su autor. Puedes fijar estos límites desde un principio, o dejarlos abiertos, para poder seguir creando tu Mundo hasta el infinito. En caso de limitar las fronteras de tu Mundo, siempre te quedará una infinidad de detalles que recrear dentro de estas fronteras.


Tu Mundo Secundario persigue un objetivo
Antes de comenzar a crear tu Mundo, márcate un objetivo realista. Este objetivo suele venir determinado por la historia que queremos contar. Si una historia se desarrolla en un área determinada (una ciudad o un país), limita la construcción a esa área. Siempre puedes ceñirte a la regla nº 1 y dejar los límites abiertos, a pesar de que describas al detalle tu área de interés.


No te olvides del Mundo de tu antagonista
Recuerda que tu área de interés, tu Mundo Secundario, no puede limitarse al trasfondo u origen de tu personaje protagonista. Tus personajes antagonistas también tienen un trasfondo y un origen. Debes describir estos lugares, sus particularidades y los habitantes de la misma forma que hiciste con el protagonista de tu historia, así lograremos darle verosimilitud al antagonista.


Construcción consistente
La regla de oro del Worldbuilding. Debes prestar especial atención y dedicación a ser consistente. Un Mundo Secundario es en realidad una red compuesta de muchos nodos que se relacionan, tenlos en cuenta a la hora de describirlos. En otras palabras, cuando describas cualquier elemento de tu Mundo Secundario, recuerda que éste está relacionado con todos los demás elementos del Mundo. Respeta, especialmente, los elementos que ya hayan aparecido en publicaciones anteriores. Por ejemplo, si una ciudad se llama Atlances en tu primera historia, y en una quinta entrega vuelve a aparecer esa ciudad, sé respetuoso con la primera entrega, respeta esa ciudad y no la cambies. Presta especial atención a los cambios históricos: continuando con el ejemplo, supongamos que en tu tercera entrega sucedió una guerra que devastó la región donde se encontraba Atlances, aunque durante la guerra no se cuente este hecho de forma explícita, hemos de suponer que Atlances fue conquistada o devastada. Esto debe reflejarse en nuestra quinta entrega. Recuerda, si tus lectores se sienten engañados, no volverán a leerte.


Tu Mundo Secundario debe ser creíble
De las anteriores reglas se desprende esta: tu Mundo Secundario debe ser creíble. Fija las leyes físicas y evolutivas a priori y respétalas sobre todas las cosas. Asegúrate de que cada elemento de la red tiene sentido dentro de la propia red.



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