21 de diciembre de 2009

Alas

Érase una vez una pequeña hada que no tenía alas, y que deseaba volar sobre cualquier otra cosa en el mundo. Era muy pequeña, diminuta, pero no le importaba. Vivía entre las ramas de un árbol alto y retorcido, bailando sin igual. Entre las hojas danzaba, trepando por tronco y brazos, saltando son destreza, pero ansaiaba poder saltar, y alzar en vuelo, planear hasta el pasto, saborear cada segundo en el aire.
Su mayor deseo eran unas alas, en su espalda preciosa y morena, con las que revolotear por la pradera, entre el bosque, ir y venir gritando, verse capaz. Pero no lo era. Por ello, era un hada triste, esperando que le crecieran, como sabía que algún día ocurriría.

Envidiaba a las mariposas, a quienes miraba en vu viajar, codiciosa por sus alas. Recelosa, trataba de cazarlas, para quitárselas e intentar pegárselas a la espalda, pero al ver que no podía, lloraba desde lo alto de su árbol viejo. Entre hojas, en los recovecos de su tronco, en las alturas, vivía triste aquella hada preciosa. Sólo aguardaba a que crecieran en su espalda.

El día llegaría. Tendría unas alas para volar.

4 comentarios:

Cristina Puig dijo...

Que bonito Darka,

Me gustó mucho la idea de que le quite las alas a las mariposas para volar, muy original. ¿lo continuarás?

Un besote, ¿cuando nos vemos? que vienes ya ¿no?

Iskandar dijo...

Si algo destacaría del género fantástico es su fácil asociación con lo real. Uno lee acerca de esta hada y ve, más allá, a personas que están cerca nuestra, o a nosotros mismos, anhelando también unas alas, y temiendo la caída al vacío.
¡Enhorabuena crack! Cada día escribes mejor.

Un abrazo.

Maat dijo...

Todos esperamos a que nos crezcan las alas y... a veces no nos damos cuenta que siempre las hemos tenido pegadas a la espalda, pero nunca las hemos abierto para volar.

Un besote!

Darka Treake dijo...

ooooole, por Maat.
Diana!!


besos
Darka.

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