27 de septiembre de 2012

La relación entre mis cuentos

Hola, hoy vengo a contaros una historia. La historia de todo un mundo imaginario: Mi Mundo.
He escrito hasta once cuentos ambientados en él, además de un buen montón de relatos cortos, y todos, al estar ambientados en un mismo contexto espacio-temporal están relacionados en mayor o menor medida. Creo que puede llegar a ser confuso a menudo esta idea, o más bien el concepto de lo que significa, así que sin más vengo a explicarme.
Los títulos de los que vengo a hablaros son los siguientes. La idea es enmarcarlos todos dentro de la historia de Mi Mundo. A ver si lo consigo...
Éstos son:

El Cuento del Dragón y la Sirena (2003)
La Canción de Clauda (2004)
Alba, la Hija de los Mares (2005)
Un Atimo (2005)
Kelpie, la Dama del Amanecer (2006)
Scrópolo, el Necrófago (2007)
La Leyenda del Sin Fin (2007)
El Duende, la Doncella y el Monstruo del Lago (2008)
Los Doce Navíos Elfos (2008)
La Sirada (2010)
Historia de una Estatua de Piedra (2011)
Crónicas de la Guerra de los Mil Años (en escritura)
El Cuento de Siläe (proyecto comenzado en 2004, en el cajón)



Al Principio de Todo este mundo imaginario era un mero planeta más de los que ahondan en el universo. Fue entonces cuando siete Dioses, los Siete Grandes Lüe, lo encontraron adecuado para quedarse. Allí permanecieron muchísimo tiempo, a lo que se llamó la Edad de los Dioses, que dio fin tras una cruenta guerra. Los Dioses, en su afán por poseerlo todo, lucharon entre sí por el mundo, pero sus combates fueron tan duros, que casi lo destruyen, dejándolo plano, con la forma de una moneda cuando hasta ahora había sido esférico. Cuando el mundo amenazaba con destruirse, partiéndose por la mitad, los Dioses se reunieron y decretaron la paz. Así, determinaron exiliarse casi todos juntos a un lado, y dejar el otro a los mortales, para que cuidaran de él. Fue entonces cuando dio fin la Edad de los Dioses, y comenzó la de los Elfos.

Aquí tenéis la Línea del Tiempo de la Edad de los Elfos, para conocer los principales hechos acontecidos:


En ese momento Dianae, Diosa de la Vida y la Naturaleza, dotó de vida a los mortales, dejándolos vivir en un lado del mundo, al que llamaron Mawol (mapa). Por una parte dio vida a los elfos, que llegaron en Los Doce Navíos Elfos a la Tierra de Aradán (mapa). También nacieron los enanos entonces, en el subsuelo, a partir de las raíces del Gran Árbol-Dios en que estaba convertida Dianae. Los hombres nacieron también entonces, pero en una etapa de su evolución muy rudimentaria. Los elfos tardarían mucho tiempo en tomarlos en cuenta, pues al principio estaban más cercanos a sus parientes primates que a los hombres en que llegarían a convertirse. Habría de pasar mucho tiempo aun para que llegara su Edad. Dianae creó a otras criaturas mortales, como al resto de animales y vegetación, entre otros seres, pero no fue la única, pues a Orloog, Dios de la Guerra y la Justicia, también se le permitió traer mortales a Mawol.
Sin lugar a dudas, los elfos fueron quienes evolucionaron más pronto, llegando a colonizar todo Mawol desde la Tierra de Aradán. Convivieron en aquella isla diez de las doce casas en paz durante unos quince mil años, hasta que estallaron las Guerras de la Sangre. Aquella fue una cruenta guerra que acabaría con todo. La Gran Isla se partiría en un archipiélago de incontables islas, al que llamarían los Reinos Elfos de Eleanor (mapa), y muchas de las casas reales emigraron a diferentes lugares del mundo.
Pasaron muchos milenios, en que los elfos poblaron casi todas las regiones del mundo, y los hombres fueron evolucionando. El mestizaje, el azar o la intervención de algún dios hizo que, tras muchísimo tiempo, llegaran a alcanzar la capacidad de aprender, de hablar y comunicarse, de formar una cultura. Cuando los hombres comenzaron a expandirse por el Mundo, los elfos comenzaron a darse cuenta de que aquellas criaturas eran inteligentes.
Entonces ocurrió algo que lo cambió todo.
Al Otro Lado, donde vivían los Dioses exiliados, Mëryl, el Dorado, un poderoso dragón de oro, se enfrentó a Ssuhl, el Dios Muerto. Éste golpeó al dragón con tanta fuerza, que desde el Otro Lado atravesó el Mundo, surgiendo por Mawol, donde habitaban los hombres. Lo llamaron el Gran Cataclismo. Todo un continente (mapa) surgió de las agua, y en su centro quedó un grandioso volcán, por donde hubo atravesado el dragón el Mundo. Terribles terremotos se sucedieron, y la geografía de todo Mawol cambió (mapa). Los Reinos de Eleanor se desplazaron hacia el norte, y una cadena volcánica surgió de la tierra en el Viejo Mundo, casi partiendo lo que quedaba de planeta.
En ese momento los elfos dieron por terminada su Edad, dando paso a la de los Hombres.

Aquí tenéis la Línea del Tiempo de la Edad de los Hombres, para conocer los principales hechos acontecidos:


No es que el tiempo se ralentice durante la Edad de los Hombres, ocurre que los elfos, al ser inmortales, perciben el tiempo de otra manera. Así, durante esta época sucedieron muchas más cosas, pues lo hombres fueron dotados con una vida limitada.
Ocurrió tras el Gran Cataclismo que los enanos lograron encontrar la salida a la Superficie, a través de la cadena volcánica que se formó, a la que llamaron las Montañas del Anochecer (mapa). Esta alta cordillera separaba el Viejo Mundo de los Páramos de las Estrellas, un extenso desierto en que siempre es de noche. En el Viejo Mundo, que por aquel entonces estaba habitado por los elfos de la Alta Estirpe de Laentis-Anne, proliferaron varios de los linajes de los hombres. La mayoría de ellos, en un momento de expansión se vieron obligados a ocupar las tierras de los elfos, pero éstos los aceptaron con agrado.
De por esta época, se datan los hechos acontecidos en dos de mis cuentos: Scrópolo, el Necrófago, y en El Cuento de Siläe, cuando fuera invocada Ulara, la Llorona, uno de los Demonios Resentidos.

Entonces fue cuando estalló la Guerra de los Mil Años (mapa histórico), en que los vesorianos, los hombres que habitaban la noche del desierto, cruzaron las Montañas del Anochecer para conquistar el Viejo Mundo. Casi lo logran, un milenio duró la contienda, en que los enanos al principio se ocultaron por temor bajo la tierra, y los hombres y elfos del Viejo Mundo se vieron bajo el yugo de las bestias. Fueron tiempos difíciles, pero al final lograron la paz entre ellos, y aliarse contra los vesorianos. Varios siglos les costó expulsarles definitivamente del Viejo Mundo.

Aquellas tierras, donde evolucionaron los hombres más pronto, junto con los catones en las Tierras de Catai, al este, fueron donde acontecieron la mayoría de hechos relacionados con las Guerras de la Luna, y con mis cuentos.
Las Guerras de la Luna fueron la segunda gran contienda que azotó el Viejo Mundo. Siete poderosos demonios, los Resentidos, trataron de acabar con todo, sin conseguirlo. Los Demonios Resentidos fueron traídos por Orfgod, el Dios de los Siete Rostros, quien quería destruir a los mortales por haber heredado el mundo, y con él la Luna, de quien estaba enamorado. En La Canción de Clauda se narra cómo fue invocado Legumes; y en Historia de una Estatua de Piedra cómo fue invocado Gingoen, dos de los Demonios Resentidos. Los Resentidos tenían dos órdenes, destruir el mundo, y no mirar jamás a la Luna. pero Golöel, uno de ellos, desobedeció, y una noche observó a la Luna en el cielo, quedando prendido de ella. Así, comprendió las razones de Orfgod para destruirlo todo, y decidió desertar, formando un tercer bando en la guerra. 
Al final, él fue el último en caer, pero como su cuerpo era etéreo, lo hicieron preso en el interior de una Gran Roca, atado por medio de una runa mágica. En ese momento nació la Leyenda de Golöel, al ser forjadas las Trillizas, tres espadas que fueron regaladas a los tres grandes héroes vencedores. De ello se habla en Kelpie, la Dama del Amanecer. Las tres espadas fueron separadas, pues cada uno de ellos se llevó la suya a sus tierras, pero la leyenda decía que si eran fundidas juntas sobre la roca, tapando la runa que ataba al demonio, éste sería liberado.
El camino de cada una de las Trillizas fue largo y tortuoso. Siglaia, la que fue entregada al Rey Tirian, Señor de los Elfos, se perdió en los Reinos de Eleanor, durante las Guerras de la Magia, que dieron comienzo durante la Primera de de las Guerras de la Luna. Pero la espada, por el azar o el destino, regresó al Viejo Mundo, como se relató en La Leyenda del Sin Fin, y en El Cuento del Dragón y la Sirena
Al final, las espadas serían reunidas, y Golöel sería liberado. Así, el Demonio Resentido ocupó el cuerpo de uno de aquéllos que lo habían rescatado, los Elegidos de Golöel, los llamaron. Algunos dijeron que Elgo estaba predestinado a volver a unirse con Golöel, pues ambos nacieron juntos, pero otros piensan que fue la participación de Alba, la Hija de los Mares, lo que hizo que el elfo se encontrara allí, liberándolo. De todo ello se hablará algún día en "Elgo, aquél que no alcanzó su destino".
Así comenzó la Segunda de las Guerras de la Luna, que terminaría poco después, viéndose Golöel obligado a nadar hasta el Beso de la Luna, donde la engañó con halagos, secuestrándola. Golöel huyó con la Luna hasta un lugar remoto, y allí permaneció un siglo. Todo ese tiempo la Luna no pudo surcar el cielo del mundo, y los mortales se vieron aflijidos por ello.
Antes de que Golöel fuera encontrado, en el Templo del Adiós, y liberada la Luna, ocurrieron los hechos narrados en La Sirada (mapa de la época). 

Por último, me falta nombraros El Duende, la Doncella y el Monstruo del Lago y Un Atimo. El primero se sitúa en 1516, según el calendario de los hombres, así que fue antes de que liberaran a Golöel. Y Un Atimo es complicado determinarlo, pues es un cuento atemporal, escrito en pedazos de sucesos a lo largo de toda la historia que os he contado, entrelazándose constantemente con mis otros cuentos, y que juntos narran las hazañas del Viejo de los Relojes de Arena, quien podía viajar en el tiempo.

Y lo cierto es que lo que ocurre después de lo que os he relatado, no me interesa demasiado. El final de la Edad de los Hombres se data al terminar el S. XVII, cuando da comienzo la Edad de la Incertidumbre...





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6 comentarios:

shaka lectora dijo...

No he leído ninguna de esas historias tuyas, tengo que ponerme en serio con ellas, adoro los relatos breves.

Un beso shakiano!!

Chris J. Peake dijo...

Hola! y gracias por tu comment Señorita Shaka. :D
Invitada estás a leer cuanto te plazca, pues para ello se escribe. Aunque cierto es que ahora mismo mis cuentos largos no están online, pues estoy trabajando en su revisión/edición. Pero vamos, que si tienes interés en alguno, te lo paso sin problem.
je
Gracias!!!
Chris.

Martha Molina dijo...

He estado leyendo algunos de tus relatos breves (El sueño de Ivette y Él y Ella). La verdad es que son atrapantes, la forma en cómo narras la fantasía, en cada una de ellas es espectacular. Me recordó la Ilíada, con sus dioses y semidioses en una continua guerra en favor o en contra de la humanidad.

Te felicito. Te enlacé en mi blog para no perderte de vista.

Saludos.

Chris J. Peake dijo...

Muchísimas gracias por tan buena crítica y esa comparación (exagerada) jeje. Pero me encanta!

Me alegro de que te animaras con algunos de mis relatos breves, que son básicamente lo que tengo online ahora. En realidad debería revisarlos, pues tengo algunos ahí que no me gustan mucho, pero has ido a elegir dos de mis favoritos!!
:D
De verdad, me alegro mucho de que los leyeras, casi más de que te gustaran! ajajaj

Gracias por agregarme. Hago lo mismo!!
Saludos y sí! estamos en contacto.
Chris.

Martha Molina dijo...

La verdad es que me siento como "Alicia en el País de las Maravillas", sin saber para dónde ir y expresar mis comentarios. Por eso aparezco nuevamente por aquí. :)

Leí: La historia de una Estatua de Piedra, y se me erizó la piel. ¡Vaya que desbordas imaginación!!! Eres algo así como J. R. R. Tolkien, del Señor de los Anillos (y no me digas que exagero, jajajajaja). Dragones, dioses, entidades capaces de controlar la lluvia y las tormentas... Tu tendencia literaria es la ficción "mitológica", si me doy a entender.

Es un placer leerte.

¡Ah! Si hay otro sitio dónde escribir los comentarios (como por ejemplo debajo de cada cuento, cosa que no vi, te agradecería que me lo dijeras para no pecar de tarada.

Un abrazo.

Chris J. Peake dijo...

Hola Martha!! perdona por tardar en contestarte! Y mira que me gustó tu comentario!! ajaja tal vez el mejor que me hayan escrito!
Mil millones de gracias! :D

Me gustó tu idea de poder comentar los cuentos en la propia página de cada uno... estoy pensando en ello, a ver si encuentro una forma.

Oye, de verdad, gracias! Me alegro mucho de que te gustara Historia de una Estatua de Piedra. Estoy pensando en subirla a Amazon, aunque antes tengo que revisarla, editarla, etc... un rollo. Estoy en ello.
Te avisaré! para que puedas leerla entera.

saludos!!!
Chris.

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