18 de octubre de 2006

Responderás...?

- Señor...? Señor, estais ahí?- El soldado hablaba tras la robusta puerta, suponiendo que su señor de la guerra lo escuchaba al otro lado.- Señor, llevais encerrado en vuestro aposento varios años, sin salir, sin ser visto, sin ser escuchado...- El soldado apoyó su mano sobre la madera de la puerta, abriendo bien los dedos cubiertos por el metal del guantelete.- Señor, el ejército, que antes os seguía a cada victoria, arroyando pueblos y culturas, ahora holgazanea en los campos. Hemos sometido revueltas entre los hombres.- El soldado cayó un segundo bajo su yelmo oscuro. Parecía reflexionar. Buscar las palabras.- Ellos aun quieren luchar, pero vuestro mando se ve amenazado... Y ahora ese jefe orco... El Tremendo lo llaman... Ha arrasado ciudades hasta llegar aquí. Proclama a gritos que viene a derrocaros. Se rumorea que es un mercenario de alguno de los jefes de nuestra propia tribu, y que una vez haya terminado con vos, se hagan juntos con el poder el ejército... Señor, teneis que hacer algo. Es el momento de contraatacar. El orco no debe llegar a las puertas de la ciudad. No podemos permitirlo. Señor, esta puerta lleva cerrada varios años. Años sin lucha, sin derramamientos de sangre... Es el momento de abrirla de nuevo. Es el momento de la batalla...

- Señor, seguís tras esta puerta cerrada? o el silencio significa que llevais años muerto, y nuestras tierras correrán la suerte del lamento y del olvido?

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