15 de junio de 2008

Nictálope II

Viene de: Nictálope I




(...)

En ese momento, el silencio de la soledad se rompió, al abrirse la puerta. Él se estremeció, pero no se movió de la roca, cuando vio entrar aquellas tres siluetas. Eran un hombre muy alto y esbelto, tras él otro más bajo, como encorvado y el último, que parecía muy robusto. Los tres iban encapuchados y caminaron hacia él decididos, sin sorprenderse por encontrarle ahí. Él, paralizado, se mantuvo sentado en la roca, y ellos tres, al llegar, se sentaron en otras, el que caminaba encorvado frente a él, y los otros a sus lados. A cada uno le apuntaba ahora la estrella principal del dibujo...

Los tres se quitaron las capuchas, en la completa oscuridad. El de su izquierda, era un hombre negro que ni habló ni dejó de mirarle fijamente en todo lo que duró aquel encuentro, estaba calvo, y por toda su piel mostraba incontables tatuajes deformes. A su otro lado, había un hombre que se veía mayor, anciano incluso, pero su blanca tez era joven, y se mostraba aun ágil y fuerte. Tenía una larga barba que se ocultaba en la túnica, y llevaba puesta una corona preciosa. Éste fue el primero en hablar de los cuatro.

- ¿Sabes por qué estás aquí?- Dijo sin más, mostrando unos afilados clmillos. A lo que él aguardó en silencio unos largos minutos.

- Creo que busco una respuesta.

- ¿Crees... O buscas una respuesta?- Dijo el anciano. Su voz era cansada, como de largos años, pero firme, a sabiendas de lo que le imponía al chico la situación. Él asintió.- La respuesta que buscas, a esa pregunta que sólo tú conoces, te la dará él.- Ni señaló al encorvado del centro, ni le miró, ni hizo ningún gesto, aunque todos supieron a quién se refería.- Ante ti tienes al que a partir de ahora será un maestro. Por muchos nombres que le hayas oído, o por muchas maneras por las que le hayan llamado, su verdadero es Seör. Guárdale respeto, y todos te lo guardaremos a ti.

El chico, sin asentir si quiera, miró al encorvado frente a sí. Era un hombre, aunque no lo parecía. Tenía poquísimo pelo, y la mitad de su cabeza estaba cubierta por un vendaje, que le ocultaba un ojo que debía ser inmenso. Tenía la cabeza deformada, el lado descubierto era más normal, pero el derecho era desproporcionadamente grande. Al verlo ahora, parecía aun más encorvado que antes, parecía incluso que le doliera.

- Ya sabes quién soy, chico.- Dijo el mutante con una voz grave.- Pero aun no sabes quién eres tú. Has venido hasta aquí porque sentías la necesidad. Y has legado cuando debías llegar. Te estábamos esperando.- Calló un instante.- Tú eres un elegido. Es algo que aun no sabes, pero es posible que haya llegado el momento de saberlo. Hoy comienza una nueva vida para ti.

Todo aquello era surrealista. El chico no entendía nada. Estaba en el interior de una gruta subterránea, en un lugar como aquel, con ellos tres. Inconcebible.

- Has venido.- Continuó el mutante.- Y ahora debes afrontar tu destino. El que me ha presentado es Lord Van Woulkad, un preciado aliado en los tiempos que se aproximan. Y frente a él tienes a Apa-Amhunda, los tres somos ahora tus maestros. A partir de esta noche formarás parte de esta hermandad: La Orden de Golöel.- Él conocía la Leyenda, pero no podía creer que estuviera pasando aquello.- Eres especial, lo sabes, lo sientes. Y nosotros podemos verlo. Por ello estás aquí ahora. Hoy sabrás que eres un Nictálope...- Jamás había escuchado esa palabra antes, y necesitaba conocer su significado.- Un Nictálope, es aquel que puede ver mejor en la oscuridad de la noche que bajo la luz del día. Como tú, nosotros somos Nictálopes. Y eso nos convierte en elegidos. Nosotros somos quienes deben conseguir que se cumpla la Leyenda de Golöel.- Salvo por aquella dudosa intervención, él había permanecido callado todo el tiempo, y no sería ahora cuando hablase. El mutante continuó hablando tras pensar las palabras con que seguir.- Tras la Guerra de la Roca, Golöel, el Único Señor, fue hecho preso. Nosotros, con tu ayuda, vamos a liberarle. Las Trillizas pronto estarán juntas, la Leyenda está próxima a cumplirse.- De nuevo, tras lo dicho, aguardó unos segundos.- Pero para lograrlo, debes llevar a cabo tu misión. El papel de tu vida. Tu vía a la inmortalidad en esta historia...
Nictálope
Memorias Olvidadas
Darka Treake





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2 comentarios:

Anonymous dijo...

Nictálopeee, con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón....

¡Muy buenas Darka! Me ha gustado mucho el comienzo de esta historia, intrigante y original. Sigue asi crack, enhorabuena.

Nos vemos.
Att.: Anónimo desanonimado.

Asrham Rayeuk dijo...

Por que siempre creemos que la salvacion de toda leyenda es una mujer! Quizas por que tambien tienen todas las armas para destruirnos?

Ah no lo se, pero me gusto el final.

Que te digo lo destrui por que era una novela dedicada a mi ex y bueno como que ya no le intereso mucho, no terminamos muy bien y decidi ya no acosarla.

Y bueno cuando me comparte tu cuento del dragon y la sirena, tengo que leerlo eh!

Besos descarnados.

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