7 de noviembre de 2007

Primera planta. 06.08 horas.

Agenon iba en cabeza, seguido de Sofio, alumbrando, después Aladar, y Eledar, éste renegando por lo bajo. Por último iba Ïlandil, separado de los demás un paso. Todos avanzaban por el pasillo, en silencio, salvo por Eledar que sólo se quejaba. Dejaron una puerta a la derecha, que estaba cerrada. Agenon se había parado a escuchar, pero nada, siguieron adelante, hasta girar a la izquierda. El corredor seguía, y a su derecha quedaba ahora otra puerta cerrada. Agenon escuchó a través, y, de nuevo, nada. Dudó, pero no abrió. Continuaron la marcha y todos giraron la esquina, aun no se veía un final. De pronto, el elfo habló a la espalda en voz baja.

- Parad. He oído algo ahí atrás.

Todos pararon, y Lya, el hada del príncipe elfo, revoloteó brillando hacia la esquina, a escasos pasos de su amo. Al girarla desapareció.

El elfo corrió hasta allí, hasta la esquina, y no vio nada. El pasillo por donde habían venido estaba en completa oscuridad, y Lya había desaparecido. Se quedó muy quieto, intentando escrutar el negro interminable, pero no alcanzó a verla. ¿Dónde se habría metido? Tuvo el impulso de mover el brazo hacia adelante, pero se sintió ridículo al no esperar tocar nada y no ver nada.

En seguida, se dio la vuelta diciendo:- Lya, vámonos.- y se dirigió mirando a su espalda hacia los demás.- No ha debido ser nada...- Dijo, y reanudaron la marcha.

Al momento, apareció Lya de la esquina, despedida hacia Ïlandil, que se detuvo en seco. El hada venía revoloteando histérica, como loca, comenzó a dar vueltas alrededor de la cabeza del elfo, que trató de calmarla. Interpuso una mano en su trayectoria, y la pequeña, al chocarse, cayó sobre la otra.

- ¿Qué ha ocurrido, pequeña?- Dijo, tierno y preocupado, a la vez.

Lya le susurró algo que los hombres de Düredar no escucharon, pero que debió alertar al elfo, que saltó hacia la esquina, y se perdió tras ella. No llegó lejos, sólo unos metros, porque no había nada. El hada lo alcanzó, y voló sobre él, pero no vio nada con su luz. El pasillo, hasta donde alcanzaba su vista, estaba vacío por completo...

Dos encuentros (segunda parte)
El Cuento de Siläe
Memorias Olvidadas
Darka Treake

4 comentarios:

Klover dijo...

¿Qué sería eso que alarmó de tal forma a la pequeña hada? ^^

Perdona, sé que te dijé que esta semana (el martes creo...) me pondría con tu mini concurso...pero no tengo tiempo de ná...he llegado a casa hace apenas una hora...pero lo haré...

¡un abrazo!

Lost Girl dijo...

Quero más!!!!!! XD
Yo también tengo que disculparme, no he tenido tiempo de ponerme... Es que estoy de exámenes y no puedo ni respirar! Qué agobio. A ver cuando saco algo de rato, 1beso!

Cristina Puig dijo...

Hola!!!!!!!!
No te preocupes, le diré a Joana q no puedes venir hoy, por cierto creo q "necesito" otra parte d la historia, tengo q saber q le pasa a Scropolo por Dios!jejeej.Creo q puede quedar algo genial de verdad si nos lo curramos.Yo me he de poner porque he estado mala.

Saludos desde los límites de la fantasía (jeje)!!!KKKKkkhhhhhriiiiisssss

Angelica Black dijo...

Bueno lo primero es pedirte disculpas, te he tenido muuuy abandonado u.u este ultimo mes he enido mucho lio pero me voy a poner ya al dia a leer las entradas atrasadas ^^

sobre esta... uff que decirte, esta genial, voy corriendo a leer la segunda parte ^^

un besote

Publicar un comentario