29 de diciembre de 2006

Las Conchas de Medialuna: el desenlace

Por fin las Conchas de Medialuna ha terminado.
El desenlace de esta aventura de rol en que Eduard, Joao y Johan debían encontrar las conchas de Uahtémoc, tuvo lugar el pasado 27 de diciembre.


Si quieres consultar las entradas correspondientes a las dos primeras sesiones de juego, puedes hacerlo en estos enlaces:
- Las Conchas de Medialuna: La jornada pirata!!
- Las Conchas de Medialuna: Segunda sesión.


Esta tercera parte de la aventura comenzaba cuando ellos ya habían llegado a los Arrecifes de Medialuna. Allí, donde se ocultaba la Capitana pirata Mcwinn, se presentaron. Joao y Johan habían ido a hablar con ella, con todo su morro, a su mesa, en la taberna de Puerto Franco. Allí los dos le preguntaron por las conchas, sin más rodeos, y fueron hechos prisioneros, tras recibir una carcajada de la pirata por respuesta.
Los dos presos fueron conducidos a otro edificio de Puerto Franco, a una pequeña prisión que los piratas custodian. Hasta allí los siguieron Eduard y Marie Dadson, que los liberaron rápido. Entraron sin dilación a la prisión, y mataron a los 3 guardias. No me gustaria olvidar que hasta que llegaron Eduard y Marie, e irrumpieron matándolos, Johan se había pasado el rato cantando. De forma muy peculiar, por cierto. Los dos, al acercarse a la prisión, alcanzaron a esuchar unos chillidos estridentes que prendían tener ritmo...
Fue realmente divertido!!

Una vez los cuatro libres, regresaron a la taberna donde estaba Mcwinn, y esperaron fuera, para tenderle una emboscada cuando saliera. Estuvieron esperando largo rato, hasta que al fin, ella salió con sus cuatro guardaespaldas.
Los cinco piratas caminaron por la playa hasta llegar a otro punto de la ciudad, donde otros doce piratas los aguardaban.
Hasta allí los siguieron sigilosamente nuestros tres protagonistas, con Marie Dadson, la prostituta amante de Johan.
Entonces, todos los piratas bajo el mando de Mcwinn se dirigieron a la playa, y tomaron unos botes, para retirarse a su barco, el Freedom, amarrado en medio de la bahía.

Nuestros protagonistas esperaron a que los primeros botes se hubieran alejado de la playa, y atacaron al último, matando a sus cuatro tripulantes. Entonces, ante la duda de si tomar el bote y perseguir a Mcwinn hacia su barco, o si dirigirse de vuelta al City of Belfast a por refuerzos, terminaron yéndose, pues los piratas de los otros botes comenzaron a dispararles desde el agua. habían sido avisados por uno de los que ya había caído, que antes de morir, había lanzado un grito de socorro mar adentro.
Nuestros personajes, sin poder ver los botes que navegaban en la bahía, en medio de la noche, y que habían dado la vuelta para perseguirlos, huyeron hacia los edificios, aunque algunos de los disparos los alcanzaron.
Todos recibieron alguna herida, pero así como pudieron, alcanzaron los edificios y se ocultaron en la prisión, donde ya habían estado.
Hasta allí los persiguieron los piratas, buscándolos. Uno de ellos incluso llegó a asomarse dentro de la prisión, pero debía ser un poco corto de miras, pues nuestros personajes lo engañaron, y éste se marchó convencido.

Entonces pudieron descansar. Dejaron que pasara toda la noche, y Johan y Eduard, con conocimientos de cirugía y primeros auxilios, lograron enmendar algunas de las heridas inflingidas.
Antes del amanecer, apareció un guardia pirata en la prisión, su escondite. Y nuestros personajes, al ser sorprendidos, lo mataron. Entonces decidieron que había llegado el momento de ir al barco a por William Jason y refuerzos.

En el camino, subiendo el peñón del cabo oeste de la bahía, vieron al sol surgir tras el horizonte, más allá del arrecife. Arriba, custodiando el faro, había dos piratas, de los cuales se libaron pronto.
Entonces descendieron hasta el City of Belfast, que aguardaba fuera de la bahía.
Nuestros personajes, junto a William Jason, trazaron un plan, y marcharon al ataque.

Un rato después, el City of Belfast abordaba al Freedom de la pirata Mcwinn, en la bahía. A bordo todos dormían, y el comienzo del abordaje fue muy silencioso y cauteloso.
A los piratas de cubierta los mataron disparándoles flechas certeras, y cayeron pronto. Así, los hombres del City of Belfast abordaron el Freedom.

En cuestión de minutos, comenzó el combate. El que alertó a la tripulación pirata fue uno de los que estaban apostados en el castillo de popa, cuando Joao se acercaba, disparó, y ya todos supieron a bordo que algo pasaba.
Varios piratas comenzaron a salir a cubierta, y la lucha se volvió encarnizada.

A todo esto, nuestros protagonistas se fueron separando entre la refriega. Johan y Marie estuvieron un rato en el castillo de popa, disparando a los piratas del Freedom que iban apareciendo en la cubierta de proa. Mientras, Eduard subió al castillo de proa, para regresar a la cubierta después, allí luchó con espada en mano contra los piratas de Mcwinn. En su ayuda acudió Joao, desde el castillo de popa. Cuando estuvieron libres, después de desahacerse de algunos enemigos, se metieron en los camarotes de popa. Dieron con un pasillo, del cual precisamente estaba saliendo ella!! La Capitana pirata Mcwinn!!
En ese momento, ella ignora a Joao, que va delante, y se sorprende al reocnocer a Eduard.
Al verle, ella huye a su camarote, al final del pasillo. En su lugar queda uno de sus matones, del cual Joao se libra pronto.

Una vez libres los dos, Joao se dirige hacia el camarote de Mcwinn, y Eduard hacia una puerta a la derecha, que tras bajar unas escaleras le lleva a las cocinas de a bordo. Allí libraría un combate desigual con un fuerte cocinero, que murió rápido.
Mientras, Joao es sorprendido por Mcwinn, que la encuentra apuntándole con una pistola, en sus aposentos. Él se tira al suelo, para esquivar un disparo que no llega aun. Se tira tras la cama y una mesa, ocultándose de ella y la pistola. Pero la pirata se sube en la cama, y desde arriba le sigue apuntando. Tan sólo le pregunta por su amigo, por Eduard... Los dos ya se conocían!!
cuando ella baja de la cama, junto a él, Joao intenta atacarla desde el suelo, pero ella le dispara, hiriéndolo en el hombro. Entonces él, mal herido, cede y se levanta, para ayudarla a encontrar a Eduard, que está abajo, luchando con el cocinero.

Al llegar a lo alto de las escaleras, Joao se encuentra a Eduard, que está subiendo de las cocinas de a bordo. La escena se ralentiza cuando, para colmo, al otro lado del pasillo, aparece Johan, que viene desde cubierta. Entonces, Mcwinn, viéndose acorralada, empuja a Joao escaleras abajo, y él y Eduard caen sin remedio. Entonces ella, diestra, desenfunda su espada y asesta un golpe a Johan, expulsándolo del pasillo, de vuelta hacia cubierta.
Allí éste caerá directamente en los brazos de William Jason, que también se acercaba.

Mientras, dentro, Mcwinn baja a las cocinas, donde están Joao y Eduard. Y allí lo reta, llamándole hermano...
Eduard y Mcwinn eran hermanos!! Hasta entonces, nadie lo sabía...
Justo en las ecsaleras, arriba, aparece Jason, y Mcwinn, valiente, desenfunda otra espada, y con una en cada mano, diestra, reta a todos. Primero se encarga de nuestros personajes, que están en la cocina, empujándolos para evitar su ataque, después sube las escaleras y ataca a William Jason, que, incapaz de evitarlo, cae mal herido al suelo en el pasillo.

En ese momento, Mcwinn reta a su hermano Eduard, y se va hacia cubierta. Allí librarían su combate final, pero él, mal herido, decide no acudir al reto.
Él se queda en los camarotes, y ella es perseguida por Johan y Joao.
Una vez en cubierta, ambos se separan. Johan ve a Marie Dadson que está en el suelo, herida, y acude a ayudarla. Y Joao persigue a Mcwinn, hasta el castillo de proa, donde luchan. Él resulta herido de nuevo, pero ella no lo mata, a pesar de tener oportunidad...
Entonces la pirata, viendo que su hermano no viene, regresa a sus camarotes para atraparlo.

Antes que ella, Johan llega al pasillo que conduce a los aposentos de la capitana Mcwinn, está llevando a Marie, que está inconsciete. Allí se encuentra con Eduard, y ante la sopresa de todos, éste lo ataca.
Sí, Eduard atacó a Johan, sin piedad, en el pasillo, mientras el violinista cargaba con su querida Marie.
Eduard era un traidor!!
Primero Johan soltó a Marie, que cayó al suelo, he impidió el ataque de Eduard. Éste lo calmó, diciéndole que por qué lo atacaba. Volvió a tomar a Marie, y Eduard volvió a atacarlo. Pero esta vez... Esta vez el ataque alcanzó el cuerpo de Marie. La espada de eduard se clavó profundo, y ella murió en el acto.
Marie Dadson murió entonces, en los brazos de Johan, asesinada por Eduard Mcwinn.

En ese momento aparece la pirata en el pasillo, Johan aprovecha para huir hacia el camarote, y Eduard se prepara para combatirla, aun mal herido.
Ella le dice, sin piedad, que si ha venido a por su barco, que jamás lo conseguirá. El Freedom es suyo, y que si hacía falta, ella lo mataría, como ya había con el padre de ambos.

Ella arremete primero, y él cae, entonces, en su ayuda, acude William Jason, que estaba por allí aun, moribundo. Él logra tumbar a la pirata, que cae sobre Eduard, a las puertas del camarote. En ese momento, ella le dice otra vez a Eduard que lo va a matar, como a su padre. Se lo dice al oído, casi mejilla con mejilla, en el suelo como están. Pero él, sin pensarlo, le clava su espada en el costado, y ella, sin creerlo, muere sobre el cuerpo de su hermano menor...

En ese momento, una cadenita asoma de entre los ropajes de ella, desde el cuello, y a él cuelga una llavecita que Eduard ya conoce. La arranca y va a su camarote, donde encuentra a Johan, que tiene en sus manos una cajita de madera de caoba.
Eduard lo amenza con matarlo, incluso va a atacarlo cuando aparece William Jason e interpone su espada entre ambos, salvando a Johan. Entonces, le quita la caja y se la da a Eduard, que la abre y encuentra las conchas...

Por fin tienen el ansiado tesoro que buscaban... Las conchas del Rey maya Uahtémoc.
Entonces, llega el momento de la gran decisión. El momento de desvelar el secreto tan ansiado: Eduard Mcwinn venía buscando las conchas por sus propias razones. Su padre había sido un famoso pirata en otros tiempos, pero murió cuando él era joven, y su hermana, ahora muerta, se había hecho con la capitanía del Freedom. Y a Eduard lo habían alejado del barco.
George Mcwinn, su padre, había vivido obsesionado con las conchas, y al morir su esposa, durante el parto de Eduard, él decidió que las conseguiría para regalárselas, lanzándolas al mar donde su cuerpo había sido arrojado.
Pero nunca se hizo con ellas. Tras su muerte, fue arrojado al mar, en el mismo sitio que su esposa antes, en algún punto secreto de los Arrecifes de Medialuna.

Ahora, Eduard y William Jason, que por cierto formó parte de la tripulación de George Mcwinn, van a hacer lo que éste quiso siempre hacer: Arrojar las conchas a su lecho marino, a su eterna tumba, donde ambos, los padres de Eduard, duermen para siempre...


Así ha terminado nuestra gran aventura: Las Conchas de Medialuna.
Creo que ha sido un éxito y que hemos disfrutado mucho jugándola.
Peronto colgaré en el apartado de Escenarios y Aventuras el archivo de Las Conchas de Medialuna para que quien quiera pueda descargarla y jugarla, o simplemente leerla.

Sobre todo, quiero agradecer estos tres buenos ratos a mis cuatro jugadores:
Joao Riveiro, Alex.
Johan Von Crustis, George.
Eduard Mcwinn, Dreu.
Y Josephine, Bea, aunque sólo participara de la primera sesión.

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