5 de diciembre de 2006

El Cuentacuentos: El sonido de los árboles me tranquiliza.

El sonido de los árboles me tranquiliza. Siempre ha sido así, menos mal. Creo que tengo suerte, mucha suerte por ello. A mi vecino de la derecha le ponen histérico. ¿Puedes entenderlo? Y aquí dónde estamos, eso es un verdadero problema. A menudo lo escucho por las noches aullar quejándose por ese limpio sonido del frotar de las hojas, y él cree que así conseguirá algo. Un cambio. Aquí... Y es que lleva poco tiempo.
Yo, todo lo contrario, me limito a observarlos allá arriba. Los eucaliptos bailan juntos al unísono, con esa melodía que el viento presta, y me tranquilizan. En estas frías noches de otoño sobretodo, cuando se acercan ya estas fechas en que tanto echamos de menos, y tantísimo nos echan ellos a nosotros. El sonido de las hojas de los árboles, es eso lo que me permite seguir aquí, sin moverme.
Qué pena que en poco días vayan a caerse de allá arriba, para cubrirlo todo con su alfombra gris...
Se alza uno a cada lado, y veo sus troncos grises subir y subir, como erguidos guardianes que nos protegen. Aunque aun no sé de qué. Cuando de vez en cuando alguien viene por aquí, ellos tratan de pasar desapercibidos, sin conseguirlo, claro. Pues todo el que viene, en algún u otro momento se detiene, yo creo que a escucharlos. Y cuando esas personas lanzan algunos susurros desconsolados, creen ser escuchados, aunque en realidad lo único que oímos son los sonidos de los eucaliptos, que allá arriba se agitan tristes por el viento otoñal.
Es una pena que sea así, lo sé, y lo siento... Espero que aquellos pobres que vienen a visitarnos a veces no lleguen a enterarse nunca... Al menos no antes de cuando deban enterarse.
Mientras tanto, los árboles estarán escuchando, en su doble función de traducirnos sus palabras, y cantárnoslas con el roce de sus hojas, al son del viento, eterna canción que, al menos a mí, siempre me tranquiliza.
Yo nunca recibo visitas aquí. Nadie viene a verme. Y ellos allá arriba, son mi único consuelo. La última vez que vino alguien, antes de que fuera olvidado, los eucaliptos no quisieron traducirme lo que decía. Se trataba de una chica a la que yo ya no llegué a ver crecer, y que al parecer, sí me recordaba a mí. Fuese lo que fuese que dijera, estaba triste, pues la vi llorar, ahí, agachada sobre mí, cuando dejó una florecilla sobre la fría loza de piedra. Entonces se marchó, y ya jamás regresó.
Desde entonces nadie ha venido, y supongo que ya nadie queda que me recuerde. Dicen los eucaliptos que nos termina pasando a todos por aquí. El tiempo es lo que tiene... Ellos me cantan, en cambio, con la dulzura del viento, que hemos de saborear los recuerdos, pues alguna vez, al menos, fuimos amados. Ya no importa nada, y sólo nos queda eso.

Eso, y el sonido de los árboles.



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6 comentarios:

moonspece dijo...

Que relato más bonito. Delicioso. No veo mucha diferencia entre tu historia y la que podría encontrar en un buen libro de historias breves.

Por cierto, si no escribes un comentario en la página de cuentacuentos06 diciéndo que ya has publicado tu relato, la gente no podrá leerlo, a no ser que cotillée un poco por los blogs de los participantes (como yo :P ).

Un besazo!

Darka Treake dijo...

waaauuu
acabo de verlo, gracias por linkearme.

hasta que he entrado, no me he dado cuenta de que ya me había paseado por tu spacio.
te voy a linkear.

otro besazo!!

Anonymous dijo...

Ni me digas , ni preguntes ,,,pero estoy aqui .
Francamente : Deliciosa y tierna ¡¡ Una vision de la muerte digna de llevar al teatro ... ¿Me paso ? Para nada , es un monlogo que he tragado tan deprisa que se me ha hecho corto , cortisimo ,,
Precioso de verdad¡¡¡ Gracias por ponerlo y dejar que lo veaamos ¡ GLoria ,,, virginia de OM

Anonymous dijo...

joba k historia tan bonita eso si es utilizar la frase del cuentacuentos muy muy bonita

Darka Treake dijo...

muchas gracias!!!

Pero quieénes sois?? dejadme vuestros espacios si venis desde el cuentacuentos, o vuestros blogs, o lo que sea, para poder visitaros y leeros yo también.

muchas gracias, de verdad!!

Jara dijo...

Gracias por tus comentarios. La luna es una gran aliada, buena protectora aunque a veces se distraiga.

No había entrado por aquí nunca, así que es un placer conocer un sitio nuevo y más siendo del cuentacuentos. Esta gran familia que nos tiene enganchados a todos!!!

Yo no puede escribir con esta frase, he recuperado alguna anterior pero los árboles no me inspiraron ni me tranquilizaron esa noche.

Buena historia. UN BESITO
No te di la bienvenida en su día. Lo hago ahora.

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